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Aneto (3.404 m), ruta normal

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El techo de los Pirineos atrae cada año a miles de montañeros ilusionados con pisar su cumbre.

Si la forma física es la adecuada y las condiciones de nieve acompañan, la primavera es una época muy gratificante para conseguir nuestro objetivo.



2 Abril 2015

En esta ocasión, acompañaremos a un grupo motivadísimo del Club Accilant de Guadix (Granada). La de kilómetros que han tenido que hacer para llegar hasta aquí!

Todavía están abiertas las pistas de esquí de fondo de Llanos del Hospital, por lo que la aproximación se alarga un poco.

El objetivo de hoy, únicamente es llegar a la Renclusa, en un par de horas de marcha tranquila.

Poco antes del Plan del Están, nos sorprenden los restos del enorme alud que ha caído de la cara sur del Salbaguardia. Muchísimos árboles arrancados de cuajo en un alud que llegó a atravesar la pista de esquí.



El ibón que se forma todos los años en el Plan del Están, todavía semicongelado.



La huella hasta el refugio de la Renclusa está bien marcada, en plenas vacaciones de Pascua se nota que la zona está muy frecuentada.

Una vez en el refugio, tenemos toda la tarde libre para retozar por los alrededores, regular crampones, jugar a las cartas y planificar la ascensión de mañana.



Con estos móviles modernos se pueden hacer hasta fotos esféricas. Gracias Javi! Pincha en la foto para verla muy interactivamente:



3 Abril 2015

Sobre las 6 de la mañana sirven el desayuno y mientras amanece salimos del refugio con la moral alta y las fuerzas intactas.



Somos un grupo grande y es inevitable que se vaya alargando en esta interminable rampa hasta alcanzar la cota del Portillón Superior.



La "cabeza de carrera" desde las posiciones traseras.



El paso del Portillón vuelve a reagruparnos a todos. Un corto destrepe de nieve con algo de inclinación, nos deposita en el larguísimo glaciar del Aneto.



Vistazo atrás, hacia el Portillón Superior.



Ya vamos sumando horas de ascensión y toca hacer una nueva parada de avituallamiento. La meteo se mantiene espectacular. Buena visibilidad y algo de fresco, la nieve perfecta para caminar.



A partir del collado de Coronas, la pendiente vuelve a picar para arriba y afrontamos los últimos 200 metros de desnivel sobre una nieve costra con buena huella.



Todavía no hay demasiada gente en el famoso Paso de Mahoma (mejor llamarlo "Puente de Mahoma") y aprovechamos para colocar una cuerda a modo de pasamanos.



El grupo en pleno meollo.



Y todos reunidos en la cumbre del Aneto (3.404 m). Enhorabuena chic@s!



Gran trabajo en equipo, para llegar a la cumbre en unas 5 horas desde la Renclusa.



Tráfico lento, nivel amarillo, sentido descendente.



Fijadores de cuerda.



Ya fuera de la zona masificada, en el collado junto a la Punta Oliveras, nos merecemos un "refrigerio" con vistas al Turbón y el Cotiella.



Minutos más tarde, mientras desciendo absorto en mis absortidades, una leyenda viva del alpinismo mundial se cruza en mi camino.

Consigo saludarle y cruzar con él cuatro palabras. Ese culo y esas suelas de bota son del gran Alberto Iñurrategui.



Tras lo que he llamado "el Encuentro", obligo al grupo a ponerse en formación lineal mirando a Bagneres de Luchon y a reflexionar acerca de nuestro papel en el universo, del papel de otros en el universo, y de si existen los universos paralelos, así sin entrar en más detalles.



La mirada al infinito y las teorías filosófico-gravitacionales las debemos dejar de lado en el Portillón Superior, que hay mala caidita si no nos concentramos en el manejo de los crampones y el piolet.



Las vistas del Aneto desde este punto se merecen una foto.



Y luego, descenso sobre una nieve cada vez más profunda, para llegar al refugio sobre las 16:30. Buen horario!



Tenemos horas de sobra para secar botas y polainas, ducharnos, rehidratarnos con derivados de la cebada...



...hacer fotos artísticas...



...y pegarnos una cena de campeonato con doble ración de chupitos de la casa. Antonio aun se acordará del grupo de andaluces!



Y entre chupito y chupito nadie dice de no hacer otro tresmil mañana. Serán capaces de seguir con el plan previsto para mañana?


Maladeta (3.308) por el corredor de la Rimaya (max 50º, PD)

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A las 5 de la mañana, todos como un clavo en el comedor. No hay signos de cansancio, resaca o merma de motivación, tras la dura jornada de ayer.

Nadie duda que hoy subiremos a la Maladeta.



4 Abril 2015

En la parrilla de salida, vamos ultimando los preparativos, apretando cordones y colocando polainas.



Los primeros 700 metros de desnivel coinciden con los realizados ayer, pero eso no parece afectar a estos superhéroes sureños.



Ya en el desvío con el Portillón, nosotros continuamos recto, remontando el glaciar de la Maladeta con un precioso mar de nubes francés.



Somos los primeros de la mañana en llegar al corredor de la Rimaya, así que tenemos vía libre para colocar una cuerda de 60 metros que protege prácticamente todo el corredor.



Superado el paso más inclinado, una suave arista nevada nos lleva directamente a la cumbre.



Por ahí va llegando el grupo.



Los últimos metros antes de la cima, cogen algo de ambiente.



Invasión andaluza en la Maladeta (3.308 m).



Vistas directas al Aneto.



El descenso, mejor en rápel, con una estaca redireccionando la cuerda en la marcada diagonal que hace el corredor.



Últimos metros del descenso del corredor.



Despidiéndonos de la Maladeta y su ambiente tan alpino.



Otra vez en la Renclusa, toca recoger nuestras cosas y regresar al coche y cada mochuelo a su nido.



Este grupo se lleva un par de buenas cimas pirenaicas para su colección.



Ni que decir tiene, que al llegar a Benasque, los logros se celebraron con una buena cena, copas y bailoteo, como si no se hubiera madrugado los dos últimos días.

Corredor Norte (MD, 80º, M4) del Pico Margalida

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Hay actividades que siempre están en las quinielas. De esas "tope clásicas" que se recuerdan en cualquier encuentro de colegas que se precie o en mails subiditos de ego. Algunas acumulan polvo durante años hasta que mueren y otras saltan al estrellato cuando menos te lo esperas.



9 Abril 2015

Llega un día (el 9 de Abril por ejemplo), en que los astros se alinean y te encuentras en los Llanos del Hospital cargando con una mochila que se acerca bastante al 30% de tu peso corporal y con una aproximación a pie de vía que en el mejor de los casos será de unas 5 horas.



Y de raquetas o esquís ni hablamos eh? Que yo estuve hace unos días en el Aneto y la Maladeta con unos andaluces que parecían vascos y no nos hizo falta nada de eso.

¿Ves aquello del fondo, justo al final del valle de Barrancs? Pues ahí vamos. ¿Se puede ir más lejos? No.



¿Y este pico bicéfalo tan bonito? Pues se llama Forcanada. ¿No te acuerdas?



Y entre charreta y charreta, con el fresco mañanero, la nieve bien dura y las fuerzas intactas, vamos pasando bajo el Aneto...



...y acercándonos a la colladeta de Barrancs.



Vistazo atrás, una vez superada la colladeta (a la izquierda) y con el ibón de Barrancs totalmente tapado por la nieve.



Delante nuestro, el glaciar de Tempestades, rincón solitario donde los haya.



Los últimos metros de aproximación (quien dice metros quiere decir cientos de metros) se hacen bastante pesados. Desaparece la poca huella que había y aparece la costra inmunda.

Ya llevamos 4 horas sin apenas parar y conforme disminuyen nuestras fuerzas aumentan las ganas de plantar el campamento.

La Espalda del Aneto ya la miramos con otros ojos. Dejamos para otro día esa vía con aura de leyenda que surca su muro central.



Y respecto a continuar la escalada con la mochila a cuestas, para vivaquear en la cresta de Tempestades y salir felicianamente por el Aneto tras hacer un vivac, ya ni hablamos.

Ahora toca cavar una plataforma más o menos horizontal y plantar esa famosa tienda que usa un tal Alex Honnold (sí, el de la camisa a cuadros) en el crestón patagónico que le valió un piolet de oro. Que Hugo es un tío muy leido y analiza con lupa cada artículo de la élite.

Y aquí estamos, comiendo un bocadillo, recuperando fuerzas y preparando el material para ir a escalar.



Antes de nada, hay que chafar la tienda con un par de pedruscos. Es lo que tiene el ultraligerismo, no tenemos con qué anclar la tienda hasta que volvamos de escalar.



Las 12 del mediodía no es la mejor hora para irse a escalar en hielo. Parece que estamos al lado de la vía, pero aun tardaremos 1 hora en llegar al cono de inicio, caminando por nieve costra que a veces aguanta y a veces no, como los pimientos de Padrón.



Ya se intuye la línea del corredor central. Finita, pero parece formada. Tan norte que no da el sol ni de coña. Hace frío y no hay cordadas por delante.



Nada le impide a Hugo poner la directa, superar el cono de entrada, pasar la rimaya, escalar un tramo de nieve a 60º para llegar a un corto muro de hielo a 80º y darse cuenta de que no hay reunión montada y que yo no me subo ahí a "pelete". No le queda otra opción que destrepar el corredor a 60º y la rimaya, para montar una R0 en la parte derecha del cono e iniciar el primer largo del día.

L1 (50m, 80º). Hugo llegando al tramo más vertical.



Circomarco en el L1, terminando el tramo a 80º y saliendo a una goulotte de nieve corcho perfecta para progresar. Reunión equipada a mano izquierda.



L2 (30m, 70º, tramo estrecho): un cordino en un cuerno de roca protege los primeros metros, luego entrar en un pasillo estrecho del que tenemos que salir por el muro de la derecha con la mochila rascando en la pared posterior.

Hugo comenzando el tramo estrecho.



Yo mismo, saliendo de la parte estrecha. Un poquito de mixto y algunos bloques sueltos (ojo con las cordadas que vengan por detrás!)



Disfrutando del buen hielo (bastante picado) y la nieve corcho.



El corredor va cogiendo ambiente. Todas las reuniones equipadas y rapelables. Lujo!



L3 (60m, 70º, tramo muy estrecho): preciosa goulotte de nieve y hielo, que se estrecha paulatinamente hasta dejarnos totalmente encajados. Salir a la derecha, con paso a horcajadas antes de que sea demasiado tarde. Si en el largo de antes hemos superado un "tramo estrecho", aquí entramos en el siguiente nivel de estrechez, "tramo muy estrecho".



Un parabolt protege el paso, podemos mixtear y cabalgar la roca con la tranquilidad de no morir en el intento.



¿Será ésto lo que llaman M4 en los croquis?



Yo, con tanto mixto y tanto paso estrecho, me he hecho fuerte como segundo de cordada y no hay quien me saque de mi papel.



Y más ahora que se intuye otro paso cabroncete.

L4 (80º, M4?): triple resalte de roca con tirabuzón. Protegible con algún friend y con la nieve y el hielo justo para pinchar arriba del resalte y salir con pies malos hasta la repisa correspondiente.



Dos de los tres mini-resaltes, me parecieron duros como para ir de primero. Pies muy finos (cramponeando en oposición en pequeñas presas), gorileo de brazos y sensación de estar escalando un IV+/Vº grado de roca. A ver si es esto el M4 y no lo del largo anterior...



Las goulottes de corchopán sí que son disfrutonas...



L5 (50/55º, mixto sencillo, 62m!): en los croquis pone rampa de nieve, pero aquí asoma mucha roca y ya no me fío ni de mi madre. Sigue Hugo en cabeza de cordada.



Resulta ser un mixto entretenido, con algunos bloques sueltos y final en campa de nieve. Para darle más emoción nos queda un largo de unos 62 metros, por lo que tenemos que salir en ensamble durante unos escasos segundos. Reunión un par de metros antes de llegar a la brecha en sí.



Circomarco en la brecha en sí.



Y echando un vistazo a la cresta que va del Tempestades al Aneto pasando por la Espalda del Aneto.

Ahora alguno se arrepiente de no haber subido hasta aquí el mochilón.

El otro no se arrepiente para nada.



Descenso en rápel por la misma línea de ascenso. Ojo que el primer rápel vuelven a ser 62 metros y sólo llegamos gracias al chicleo tipo Boomer Kilométrico.



Todos los rápeles sin problemas,



hasta que en el último rápel se quedan enganchadas las cuerdas. Le toca a Hugo volver a hacer el tramo a 80º hasta la R1 y algo más allá, y proceder al desenganche.

Ya en el suelo, satisfacción completa por la escalada realizada, en un rincón de lo más salvaje y solitario del valle de Benasque.



Ahora sí, podemos anclar la tienda con los piolets y los cintajos de reunión y disfrutar de la vista panorámica gratuita de la cresta Salenques-Tempestades-Espalda del Aneto.



Son las seis de la tarde y enganchamos lo de fundir nieve con la cena. Y ya no saldremos de la tienda en las próximas 13 horas.



La noche viene movidita, con fuertes rachas de viento y alguna varilla de la tienda que quiere salirse de su posición.

10 Abril 2015

Amanece en el "Tempestades Glacier", un día más gris que ayer.



Procedemos al plegado del campamento y espolsado de la tienda. Ésto no sé si lo hace el Honnold, pero nosotros somos muy aseaos.



Descenso sin más novedad que querer alcanzar la colladeta de Barrancs sin perder altura desde el glaciar de Tempestades y comernos unos bonitos flanqueos a 50º con dos piolets y mochila de 23kg (no era para tanto el peso de la mochila, pero es por darle algo más de épica a la piada). Vamos, que vale la pena bajar un poquito más hacia el ibón de Barrancs y luego volver a ganar metros para atravesar la colladeta de Barrancs.

Día de nubes y claros.



Con un plan de Aigualluts solitario, donde podemos cargar agua...



...y disfrutar del aspecto totalmente tétrico del corredor norte del Margalida.



Por cuarta vez en una semana, flipamos en alta definición (HD) con el alud del Salbaguardia. Personitas paseando por la zona cero.



Los croquises usados, en rojo las reuniones que nosotros realizamos. Recordad que nuestro L5 nos quedó de 62 m.



Y mapa de la zona. Aproximación a pie de vía: 5 horas, escalada 3 horas, rápeles 1 hora, retorno a Llanos del Hospital 4 horas. Imprescindible vivac a la ida o a la vuelta, o ambos, o sin vivac si vamos sobrados y con esquís.



Y un modesto montaje con los vídeos que grabó Hugo:



Tope clásica, por supuesto. Aunque las reuniones equipadas le restan bastante compromiso, el entorno, la aproximación y la estética y la calidad de la línea, le hacen merecedora del cuño.

Material: cuerdas de 60 m, 3-4 tornillos de hielo, juego de friends, algunos empotradores. Algún parabolt (1?) y clavos en los largos.

Pico de Alba (3.107 m) con esquís

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El Pico de Alba tiene una de las mejores esquiadas del Pirineo. Casi 1400 metros de desnivel desde su cima hasta los Llanos del Hospital, en una bajada directa por los famosos tubos de Paderna.



11 Abril 2015

Optamos por la "versión suave", aproximando por la Renclusa y haciendo noche allí, que Yolanda ha hecho pocos metros de desnivel este año y yo aun voy con las piernas "al dente" del Margalida.

El ibón del plan del Están va descongelándose poco a poco.



Subimos en una larga diagonal, sin pasar por la Besurta, por una huella más o menos buena, que a veces pide cuchillas.



Llegamos a la hora de comer a la Renclusa.



12 Abril 2015

El amanecer nos alcanza en las primeras rampas de la jornada, camino de los Ibones de la Renclusa.



La nieve está dura y se va más cómodo con crampones y los esquís en la espalda.

Primeras luces sobre el Pico Paderna.



Estamos a primeros de Abril y las zonas más expuestas al sol ya han ido purgando bastante.



Palas que dicen: "firme aquí".



Un numeroso grupo nos adelanta. Algunos caminando y otros con esquís.



Nos viene bien para ir aprovechando su huella.



Los que vamos caminando, subimos prácticamente "en recto" por las zonas de sombra, buscando la nieve dura y encontrando nieve costra. Los de esquís, por el sol y trazando amplias zetas.



Superamos esa zona de más pendiente y alcanzamos un amplio "plateau" donde podemos colocar esquís y foquear a plena satisfacción.



La luna, queriendo destacar en un día radiante.



Un grupo dirigiéndose al Pico Mir y Sayó.



Nosotros tenemos justo delante el Pico de Alba, al que accederemos por el collado tan nevado que se intuye a la derecha.



El collado se puede superar con los esquís puestos, pero exige buena técnica de escalera y nervios templados. Desde aquí las vistas son espectaculares. Magnífico ambiente de esquí de montaña pirenaico primaveral.



La zona de transición y el parking de esquís, abarrotado de gente. De los dos corredores diagonales, iremos por el de la izquierda.



Una vez dentro, el corredor es una sencilla pala de nieve, algo expuesta, donde será suficiente con una técnica adecuada de crampones y piolet.



Después, un flanqueo casi horizontal por la cara Oeste de la montaña...



...para volver a ganar metros por unas palas nevadas que nos llevan directamente...



...a la arista cimera.



Yolanda se ha quedado antes del corredor, y vengo en solitario y con algo de prisa. Se están metiendo nubes y no quiero perder visibilidad en el largo descenso que nos espera.

Foto de cima, sin selfie's ni moderneces de mierda.



Las últimas trepadas del día, están a tutiplén de gente. Un grupo bien grande de italianos, aderezado con gente de Alicante, Zaragoza...



Hay tramos en los que no vale la pena ir adelantando gente y es mejor seguir la huella y disfrutar de las vistas.



Destrepamos sin novedad el corredor diagonal y alcanzamos de nuevo el lugar donde hemos dejado los esquís.

La visibilidad sigue siendo más o menos buena, pero estas cotas altas guardan un "mix pirenaico" de esos difíciles de gestionar.

Zonas muy heladas, con tramos de nieve costra y nieve primavera muy profunda conforme perdemos altura.



Pese a todo, la bajada se disfruta y es más o menos digna.



Llevamos a los italianos a rueda, que van sobrados de nivel, pero nos quieren cerca para que les indiquemos el paso de los tubos de Paderna.

Y es ahí cuando despliegan sus mejores dotes de esquiadores dolomíticos veteranos. Da gusto ver a 15 sexagenarios y sexagenarias, del mismo centro de Venecia, con su pelo canoso, bajando con giro por salto los inclinados tubos. Que por cierto, estaban en perfectas condiciones para esquiar.



El último tramo de bosque, es un divertido circuito entre árboles que nos lleva sin apenas remar, a los Llanos del Hospital.



Preciosa circular, ideal para la época invernal o principio de la primavera, cuando la nieve todavía nos obliga a salir de Llanos del Hospital con los esquís puestos.

Una ascensión tope clásica del esquí de montaña, al mismo nivel que el Aneto y la Maladeta y seguramente algo menos masificada (o no, según el día).

Cresta de Castellets (o de Sella): tramo 1 y medio

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La cresta de Castellets (o de Sella) es, posiblemente, la cresta más larga y afilada de toda la Comunidad Valenciana. Para recorrerla en su totalidad, necesitaremos varias jornadas.



26 Abril 2015

Hoy nos centraremos en el primer tramo de la cresta. Al final nos hemos juntado un buen puñado de gente, haremos 3 cordadas de 2, juntando "sanos" con personas en "proceso de recuperación".

Al ir en dos coches, podremos dejar uno al inicio de la actividad y otro cerca del final de la cresta.



La aproximación la realizamos por una pista forestal, que abandonamos demasiado pronto en lo que parecía un marcado sendero.

Desde aquí, ya podemos divisar la afilada silueta de la primera arista que ascenderemos.



Ya en el "pie de vía", después de una buena sudada y unos flanqueos sobre incómodos "badlands".



Todo este primer tramo de cresta es una continua trepada sobre grandes bloques.



El ascenso está marcado con puntos rojos de pintura y va cogiendo ambiente poco a poco.



Las nieblas matinales se van deshaciendo conforme el sol va calentando.



Una vez en la cima de esta primera cota, tenemos que destrepar unos metros, hasta alcanzar el tramo más afilado del día.

Ahora sí, toca sacar cuerdas y gestionar estos pasos de IV+ con un buen patio a ambos lados.



Vistazo atrás. Robert asegurándome el destrepe, hasta que llego a una reunión equipada y le aseguro a él.



El filomeno que tenemos a continuación se encuentra equipado con algún parabolt, y donde no hay, podremos colocar algún friend o un cintajo en un bloque.



Una vez superada la parte más estrecha, la dificultad decrece y podemos continuar en ensamble y prácticamente caminando hasta el siguiente punto clave: un rápel de 30 metros.

Otro vistazo atrás. Una cordada iniciando el descenso de la primera cota.



Robert en el rápel de 30 metros, que nos hará descender por el flanco izquierdo de la cresta. Importante no saltarse este rápel, ya que si continuamos a plena cresta, entraremos en una zona de roca muy rota.



A continuación, un pequeño tramo sencillo, que nos lleva de nuevo a una sección afilada y aérea.



En la siguiente imagen, la aguja que hemos descendido con el rápel.



Del segundo tramo afilado no tengo fotos. Ese tramo lo hacemos en ensamble, tiene algún destrepe expuesto (posible rápel de 8m) y finaliza con un aéreo rápel de 20 metros, también hacia el flanco izquierdo de la cresta.

A partir de ese segundo rápel podemos plegar las cuerdas y continuar caminando hasta la cota más alta de la cresta.



Unos segundos de relajación, admirando la mole del Puig Campana.



Y mirando el reloj y lo que queda por delante, decidimos que el tramo 1 se nos queda corto para hoy y que subiremos alguna aguja más.



Para continuar, debemos retroceder sobre nuestros pasos, descendiendo de la cota más alta, hasta llegar a una marcada vira que nos lleva al siguiente rápel. Esta vez hacia el flanco derecho, 25 metros, junto a unos pinos.



Desde el final del rápel, seguimos unas trazas de sendero y realizamos algún destrepe para alcanzar la brecha en "V" donde termina el tramo 1 de la cresta. Aquí un rápel de 10 metros nos permite regresar al coche.

En nuestro caso, continuaremos con la siguiente aguja, en lo que es el inicio del tramo 2. Vamos sin croquis, pero la estética del lugar nos anima a probar suerte.



Y en la brecha, la cosa pinta bien. Superamos un primer muro bastante vertical, pero corto y trazamos una ligera diagonal a derechas, buscando el terreno más fácil. Siguen algunos puntos rojos marcando el camino.



Tras ese primer largo de "escalada" (IIIº+/IV?), podemos seguir en ensamble, hasta que poco a poco las dificultades van aumentando.



Primero, una trepada sobre roca rota, seguida de un filo casi cortante, para culminar con un pilar extremadamente estrecho y aéreo (Vº), pero protegido con 3-4 parabolts.

Nasta, justo después del paso duro, en la repisa donde se encuentra la reunión perfectamente equipada.



En ese tramo, echamos de menos no ir con los pies de gato, pero al estar bien protegido se puede pasar más o menos dignamente con zapatillas o botas.

Una vez superadas las dificultades y alcanzada la cumbre de la aguja, vamos buscando el retorno al coche con destrepes algo incómodos.

El calor aprieta, el agua se acaba, los destrepes nos llevan a la senda, y ésta, a los caminos entre chalets donde tenemos aparcado un vehículo.



Hemos tardado unas 5 horas en realizar esta parte de la cresta (lo que he llamado tramo 1 y medio, como Juan y Medio, pero en versión cresta). Y aun nos queda faena por delante, todas esas agujas están esperando para otra vez, cuando pase el caloret y nos dejemos caer por estas tierras de calizas verticales y sol eterno.



Un video que grabó Ximo aquel día.



Info y otros croquis de la cresta en el boletín nº12 de la FEMECV y en la nueva versión de la guía Rockfax de la Costa Blanca.

Para el siguiente tramo de cresta, consultar el blog de Javi Ortín.

Material:

- Dos cuerdas de 30 metros o una de 60.
- 3-4 friends y cintajos para lacear bloques.
- 6-8 cintas exprés
- Zapatillas, botas o pies de gato, según gustos y nivel de escalada. Las dificultades no superan el IV+ en el tramo 1 y el Vº en el tramo 2.

Toix: "Magical Mystery Tour" (120 m, V)

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La "Magical Mystery Tour" es una escalada sencilla (pero no exenta de cierto compromiso) por los bajos fondos de los acantilados de Toix. Abierta en solo integral (!!!) por Rowland Edwards en 1986, actualmente se encuentra reequipada con químicos y sólo serán necesarios algunos cintajos y un par de friends medianos para repetirla.



17 Mayo 2015

Para llegar a la vía, debemos rodear por el Oeste el sector de iniciación de Toix, siguiendo un sendero marcado con hitos que recorre la parte superior de los acantilados del Racó del Corb (unos 25-30 min desde el coche).



Atravesaremos una pequeña vaguada y nos iremos fijando a nuestra derecha hasta encontrar una instalación de rápel junto a dos barras metálicas verticales.



Rápel volado de unos 45-50 metros, sobre las aguas turquesas del Mediterráneo y junto a las antiguas escaleras que utilizaban los pescadores de la zona.



Gabi descolgándose hacia el pie de vía.



Tiene su punto saber que a partir de aquí, la única salida es escalando o nadando.



Robert "clonado" durante su rápel.



Desde el final del rápel, apenas caminamos unos metros hacia el oeste para encontrar el inicio de la vía.

Realizamos un primer largo de cuerda, sin saber muy bien lo que nos deparará la vira horizontal que vamos siguiendo. Algún paso equipado con químicos y el resto, prácticamente caminando.



Gabi en la R1.



Robert recorriendo la gran cueva del L1.



El segundo largo supera un corto muro (IIIº?)...



...para descender por una rampa hasta el incio de una travesía aérea. Seguimos en zapatillas, pero por poco tiempo.



L3 (IV+, 20 m). Travesía aérea bien protegida con químicos. Pasos atléticos y posibilidad de llevar los pies más arriba o más abajo, según gustos, pero ya con pies de gato.



Un yate de millonarios rusos nos mira con cara de ensaladilla rusa. Mucho ruso en rusia, que diría aquel.



Un largo no muy largo pero con sabor mediterráneo a tope.



Curiosas formaciones de roca, como si estuviéramos escalando por el tronco de una palmera.



Un último esfuerzo antes de llegar a la R3, situada en un pequeño circo resguardado del sol.



El L4 (IV+/V, 20m) es para Gabi. Clara travesía a derechas, pero a mayor altura que en el L3...



...hasta alcanzar el espolón de roca. Pasos verticales y presas generosas para llegar a la reunión. Punto ideal para fotografiar al compañero.



Y para echar un vistazo atrás, hacia el lugar donde se sitúa la R3.



Robert ganando metros sobre el nivel del mar en Alicante.



Hete aquí, que en la R4 aun sobreviven un par de ejemplares de ENP's (Environmental Nut Protection, made in Edwards) que no han tenido todo el éxito que esperaba su creador.

Trátase de un agujero taladrado en la roca donde colocamos un empotrador, quedando éste totalmente encajado en la pared y que servía de protección tanto en los largos de escalada como en las reuniones.

El "abujero" tal cual lo encontramos. El empotrador entraría de manera vertical...



...y lo giraríamos 90º grados para dejarlo en la posición en la que trabaja correctamente.



Se supone que el impacto visual es menor que cuando colocamos parabolts o espits en la roca, pero bueno, el sistema está prácticamente en desuso, aunque en las paredes alicantinas aun se pueden ver algunos ENP's en libertad.

Nosotros seguimos a lo nuestro.

El L5 es un bonito largo de 40 metros de V/V+, donde tendremos que chapar largo y alternando cuerdas para evitar roces innecesarios. Justo al final de la vía, el muro se pone vertical, los seguros alejan y una bonita fisura me pide que "ercle" un Camalot del 0'75, que para eso hemos traido algunos friends y empotradores.



Al solamen ya no se está nada bien y tenemos ganas de volver al coche y tomarnos un helado Jijoneco en Calpe.



Los componentes de la cordada posando en el final de vía.

Un Robert por aquí,



un Gabi por allá,



un Circomarco asegurando a Gabi,



y el "Team" al completo.



Retorno achicharrante al coche, por el mismo camino que a la ida, pero con la botella de agua vacía y los chorros de sudor entrando en los ojos.

Algunos croquis borrosos, de la Rockfax.



Top 50 de las que aparecen en la guía.



No vengais esperando un viote duro y mantenido (no hay más que mirar el grado de dificultad), en otro lugar la vía pasaría desapercibida, pero ubicada a orillas del mar se convierte en un "Magical Mystery Tour" que deja buen sabor de boca.


Magical Mystery Tour 1967por Alice-Bauer

A evitar en los meses de verano y/o/u olas de calor.

Material:

- Cuerdas dobles (al menos de 50 m)
- Rapelador y autoseguro para el rápel (cordino para prusik o Shunt)
- 13-14 expreses (para el último largo)
- Cintajos para reuniones y para algún puente de roca.
- Un par de friends medianos para acercar algún aleje.
- Cocinar a fuego lento, sin añadir carne de gaviota, con crema de sol, gafas y cámara de fotos.

Garmo Negro (3.066 m): ruta normal

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El Garmo Negro es una montaña ideal para aquellos que buscan iniciarse en el mundo de los tresmiles. Tomando como base el refugio de la Casa de Piedra (accesible en coche), los 1400 metros de desnivel se suelen realizar en una sola jornada. En verano es una ascensión sin complicaciones técnicas (excepto algún posible nevero residual) y en invierno es una ruta clásica de esquí de montaña, eso sí, con peligro de aludes.

La idea era haber venido por aquí en el puente de Mayo y hacer varias ascensiones, pero la meteo y las agendas del grupo nos obligaron a ir retrasándolo algunas semanas.



23 Mayo 2015

La moral del grupo está alta, y la meteo, pese a las fechas en las que nos encontramos, es prácticamente invernal.

Nada más salir del bosque, el viento del norte nos azota con fuerza, caen algunas gotas y toca ponerse ropa (gore-tex incluido).



De momento somos los primeros del día en ascender. Vamos siguiendo el camino de verano, con la larga diagonal bajo la Aguja de Pondiellos, hasta llegar a los neveros que se suelen mantener sobre los 2.600 m.



Ya hemos visto que la nieve es continua hasta la cima, por lo que nos colocamos todo el material invernal (crampones, piolet, polainas, gafas, guantes...)



y continuamos la ascensión siguiendo una buena huella y con la nieve en buenas condiciones.



Buen entrenamiento para el viaje de Tony a los Alpes.



A ratos incluso sale el sol y nos ilusionamos con tener buenas vistas desde la cumbre.



Pero en el collado sigue la nube metida y las cumbres están con algo de nieve reciente.



Los contrastes de la primavera. Ambiente invernal en cotas altas y bosques verdes y cascadas rebosantes en los valles.



Paco y Bego ya están en el collado. A la derecha la interminable pala que lleva a la cima. Parece tumbada, pero tiene más pendiente de lo que aparenta.



Paradita para picar algo...



...antes de afrontar los últimos 200 metros de desnivel.



Cada uno a su ritmo, engullidos en una niebla que oculta referencias...



...y nos ayuda a centrarnos en la pisada, la respiración, la técnica de cramponaje...alguno incluso iría pensando en política, que para eso estamos en la jornada de reflexión de las elecciones autonómicas y municipales (eso sí, con el voto por correo ya emitido hace días).



Nos reagrupamos y llegamos todos juntos a la cima. Estrecha, azotada por el viento y con el vacío oculto por las nubes.



Sólo Paco se atreve a posar.



Y nos vamos rapidito para abajo. Que aquí no se puede ni tomar el almuerzo, mejor paramos bajo el collado, donde el viento no es tan fuerte.



La vuelta, la realizamos por el mismo camino de subida, mirando de reojo un tímido sol que ilumina el Balneario de Panticosa.



Pequeña paradita para calentarnos las manos con las aguas termales de la fuente de la Laguna.



24 Mayo 2015

Con los deberes hechos el día anterior, dedicamos el domingo a pasear y "soltar las piernas" por los ibones de Brazato, sin objetivo fijado, alargando o acortando la excursión en función de las fuerzas y sabiendo que queremos llegar al coche a la hora de comer.

De nuevo, un día ventoso y frío, pero más despejado que ayer.



El ibón del Brazato todavía guarda parte del traje de invierno, con seracs que parecen propios de otras latitudes.



Vamos siguiendo el GR-11 camino del collado del Brazato, junto al Baciás, sabiendo que no llegaremos a la cumbre.



Pese a todo, ascendemos hasta los 2.500 metros para observar los Ibones Altos de Brazato.



Un último esfuerzo que merece la pena. Ibones totalmente congelados, cuando estamos a una semana de entrar en el mes de Junio...



...y un sarrio despistado que nos da una lección de como rodear un ibón en apenas 20 segundos.



De aquí a la cima del Baciás, tenemos algo menos de una hora, pero hay que atravesar un largo nevero que exije crampones y piolet (que no llevamos) y el horario se nos iría de madre si queremos regresar pronto hacia Valencia y despedir a Rita.

Descendemos de nuevo al Ibón de Brazato y cruzamos la presa para visitar el minúsculo refugio libre.



Y aprovechamos para ver el Ibón Inferior, que a la subida no habíamos pasado por él. Al fondo a la derecha, asoma la diagonal del Tablato, aun con algo de nieve.



Contentos con la excursión, emprendemos el regreso a las bajuras y nos despedimos del Garmo Negro, hoy también tapado por alguna nube.



Pequeña parada sobre los 2.000 m, en un hombro con vistas.



Paco posando con la muralla del Peña Telera de fondo.



Llegamos al refugio a la hora acordada, con unos 900 metros de desnivel positivo en las piernas y celebrando el final del finde con unas merecidas cervezas en la terraza.

Mapa de la zona. Garmo Negro al oeste e ibones de Brazato al este, dos de las muchas actividades que se pueden hacer tomando como base el refugio de la Casa de Piedra.

Aiguille du Midi: "Arista de los Cósmicos" (AD, mixto, 4b en roca)

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Este invierno no ha cuajado ningún viaje de hielo y la cantidad de proyectos acumulados alcanza niveles peligrosos. Llega el mes de Junio y pensamos que el macizo del Mont Blanc puede ser el lugar ideal para saciar nuestra hambre de roca, hielo y nieve.


29 Mayo 2015

Ya que el viaje es largo, hay que intentar asegurar meteo y elegir el finde bueno. Los billetes de avión los pillamos con menos de una semana de antelación, y claro, ya no son tan baratos como otras veces. Por ahorrar 40€ decido que me voy en el vuelo de las 6 de la mañana, paso el día en Bérgamo y así me encargo de recoger el coche de alquiler y comprar un par de botellas de gas. Parece fácil…

Después del madrugón (el despertador ha sonado hoy a las 4:30!!) llego a Bérgamo bastante "zombi" y me voy directamente a por el coche de alquiler. Llámalo "coche" o llámalo llavero. Ellos lo llaman Cinquecento, que como uno es de ciencias, ya entiende que aquello será más pequeño aun que nuestro querido seiscientos. Con ese maletero en el que sólo entra una carpeta colocada en vertical, no logro imaginar como meteremos 4 petates de 15 kg, 4 mochilas de 10kg y 4 alpinistorros de bota rígida. Me viene a la memoria Mr. Bean y su flamante auto.

Además del gas, tengo alguna otra cosa que comprar.

Primera parada, en un hipermercado tipo Auchan. Papel higiénico, algo de almuerzo y barritas. El Cinquecento es de embrague flojo y se cala en las subidas y cuando los de atrás te pitan en los semáforos.

Segunda parada, en un Decathlon. Pese a estar a tiro de piedra de los Alpes, tienen de todo menos material de alpinismo y gas con botella de rosca. Y lo que es peor, no saben dónde puedes encontrar gas.

Tercera parada, en la farmacia de Orio al Serio (el pueblecito que da nombre al aeropuerto de Bérgamo), donde venden una crema de labios de protección +50 (Total Block) que te deja los labios muy blancos, tipo esquiador italiano, por unos "míseros" 15€. Después de tal robo a mano armada, me da un ataque de sueño y caigo dormido en una cuneta a la sombra junto al campo de fútbol. Treinta minutos después, una señora me golpea la pierna mientras me grita: "Ragazzo! Tutto bene?" Le digo que sí. Que "tutto bene" hasta que ha llegado ella y las hormigas. A los 10 minutos, el hijo de la señora aparca junto a mi Cinquecento. Y repite la operación: "Ragazzo! Tutto bene?" Aquí ya se me va el sueño y me viene el hambre.

Kebab rápido en Bérgamo y continúo con la búsqueda del gas. Una tienda de montaña por aquí, otra cerrada por allá, y finalmente me mandan al lado de Decathlon, a un Cisalfa muy grande donde hay de todo menos botellas de gas tamaño normal. Sólo una de las pequeñas y una de las grandes. Cogeré esas, que aún nos quedaremos sin gas para estos días. Son las siete de la tarde, estoy aburrido de pasearme por Bérgamo a lo Benny Hill y tengo ganas de ver a los colegas. No sé si me ha salido a cuenta venir tan pronto. Qué duro es esto del alpinismo de ciudad.

Son las 12 de la noche cuando llega el trío calavera. Nuestro coqueto coche blanco está a punto de estallar como un huevo podrido cuando nos colocamos los cuatro dentro y cerramos las puertas. La gente nos señala y se ríe a boca abierta.

A las 3 de la madrugada llegamos a Chamonix bajo una fuerte tormenta que no nos deja más opción que dormir en un depósito de sal. Sueño con camiones de tres ejes que vienen en plena noche a descargar toneladas de sal sobre nuestras cabezas, con ese pitido tan molesto que hacen cuando conectan la marcha atrás.

30 Mayo 2015

Los camiones en realidad iban a descargar al Carrefour que hay aquí al lado. Son las 9 de la mañana y ya es hora de darle alegría al cuerpo Macarena.


Nos disfrazamos de alpinistas en la meca del alpinismo y cogemos el teleférico de la Aiguille du Midi.


Arriba hace un "fresquibiri" acorde con la altitud. Nos colocamos el arnés y dejamos una cuerda a mano. Que vienen curvas.


Al final del túnel de hielo, una valla separa dos mundos y evita que los turistas tengan un resbalón letal.


Acces interdit aux pietons.


Orgasmo repentino al cruzar la valla. Entre la hipoxia, los 25 kilos de la mochila, la estrecha huella y las pocas horas de sueño, cuesta echar fotos y disfrutar de las vistas. Pero qué vistas!


Las Grandes Jorasses emergiendo sobre las nubes y un descenso que no admite fallos.


Nos repartimos en dos cordadas totalmente independientes. Hugo y Alejandro llevan el nivel de ansia bastante alto. Sin llegar al plateau glaciar, se desvían a la derecha y atacan sin contemplaciones la Rebuffat de la cara sur de la Aiguille du Midi, tope clásica! Aquí, su relato de la escalada.

Nasta y yo no lo vemos tan claro. El día está muy nublado y no nos vemos con el nivel suficiente como para pelear con largos de 6a de autoprotección sobre fisuras verglaseadas.

Mejor montamos el campamento tranquilamente y nos vamos a la arista de los Cósmicos.

Clic con el botón derecho del ratón, abrir enlace en una ventana nueva

Mientras tanto, a escasos metros de nosotros, Hugo y Alejandro pelean con la travesía del primer largo.


Ambientazo garantizado!


Leyendo reseñas, optamos por ir con una cuerda de 60 metros y un piolet por persona. Las primeras rampas desde el abrigo Simond parecen sencillas y casi sin pasos en roca.


De momento no nos encordamos. Pendientes de 45º como máximo y buena huella.


Nubes que van y vienen y que a ratos nos dejan disfrutar del paisaje.


Tenemos que llegar hasta la punta de la derecha, donde hay una cordada montando un rápel.


Vistazo atrás, hacia Nasta, en estas sencillas pero algo expuestas, palas de nieve.


Los de la cordada de delante están acabando de rapelar. Uno de ellos se mira la suela de la bota. Como si hubiera pisado una caca de perro. Pero aquí no suben perros.


Según reseñas, el rápel es destrepable, pero la caidita es de órdago y no cuesta nada sacar las cuerdas.


Nasta llegando a la siguiente instalación de rápel. Tramo horizontal sobre arista de nieve bien estrechita.


Aquí, un servidor en ese mismo paso.


Nasta en el siguiente rápel.


El inicio es algo incómodo. Desciende una corta goulotte para terminar en una repisa que queda a mano derecha.


La estrecha repisa...


...finaliza con un corto resalte bastante peleón (empotradores)...


...donde ayudan mucho los pies tallados en la roca. Lo nunca visto oiga!


Continúo yo con otro largo de cuerda, descendiendo un par de metros desde el hombro donde estaba Nasta, para encarar un estético corredor a 45º. Reunión en un gran bloque a lacear.


Por ahí viene Nasta. Estamos rodeando la primera torre de la arista.


Desde la reunión que he montado no parece factible continuar a plena cresta, por lo que destrepamos (paso largo) entre dos grandes bloques y llegamos a una zona con nieve.


Una trepada y una travesía sencilla nos dejan al pie del paso clave y característico de la arista. Una placa de granito perfecto que se supera con pasos de escalada de cuarto grado.

Un seguro fijo bastante alto protege el paso. Viene bien colocar algún friend en las fisuras previas, indispensable colocar los crampones en los 3 o 4 tallados que encontraremos y una vez en la repisa, atravesar hacia la derecha para ascender por una estrecha goulotte de hielo.


El largo es más sencillo de lo que parece desde fuera. A continuación, con una corta travesía a izquierdas, pasaremos a la otra vertiente, para ascender por unas goulottes-chimeneas que suelen estar heladas y con abundantes pasos en mixto.

La roca es muy buena y las posibilidades de colocar seguros son muchas.


Otro relevo en cabeza de cordada. Lo único que no utilizamos fueron tornillos de hielo, no había suficiente espesor.


El sistema de goulottes finaliza en una amplia repisa nevada, con una reunión equipada a mano izquierda.

Desde aquí, apenas nos quedan unos metros para subir por una escalera metálica y finalizar la vía justo en uno de los miradores de la Aiguille du Midi. Menos mal que no son horas de paparazzis y la meteo no acompaña.

Oímos a Hugo y Alejandro, que justo ahora llegan al final de la vía. Qué pena no tener mejor visibilidad, porque nos hubiéramos tirado buenas fotos.


Detalle de la fina arista de nieve, justo antes de encaramarnos a la escalera que se bambolea.


Desde la terraza de los turistas entraremos a un laberinto de túneles donde podemos encontrarnos con cualquier cosa. Desde cuartos de baño calentitos hasta museos con fotos de nuestros ídolos: Walter Bonatti, J.C. Lafaille, Catherine Destivelle... Para los huecos en blanco ya les hemos mandado alguna foto nuestra con el tamaño adecuado.


Regresamos a la tienda muy contentos con la actividad, que nos ha parecido más entretenida de lo esperado. Con la dificultad justa (AD según reseñas) y un ambiente del copón. Nos ha costado unas 4 horas de tienda a tienda y no hemos encontrado apenas tráfico, el día tampoco invitaba a masificaciones.


Mientras tanto unos lejanos gritos, nos dejan algo preocupados: "Mierdaaaaaaaaa! Otra vez las puuuutas cuerdas!!"

Hugo y Alejandro tienen problemas para rapelar la vía. Durante unos segundos, se abren las nubes y alcanzamos a verlos. Aún están muy arriba y quedan pocas horas de luz.

La Rebuffat no sigue un trazado nada rectilíneo y en cada rápel diagonal aparecen las temidas "fisuras tragacuerdas" que obligan a remontar la cuerda para desengancharla o realizar rápeles muy cortitos.


Total, que tiene toda la pinta de que se les va a hacer tarde. Y aún les queda montar la tienda.


Nosotros vamos adecentando la casa y fundiendo nieve. Parece que falta el aire!


Ya todos reunidos en el campamento, podemos celebrar nuestro primer día en las alturas. Un lugar idílico para pasar la noche. El mismo paisaje que vio nuestro amigo "S"hace apenas unos días, la noche en que algo (todo) falló, dejándonos a todos enfadados con el destino.


Su último paisaje.


Tour Ronde (3.792 m): ruta normal (PD)

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Segundo día en altura, dan una meteo impecable y para las dos cordadas, hoy será un día de tomar decisiones sin parar.



31 Mayo 2015

Uno de los platos fuertes del viaje, era la Gabarrou-Albinoni del Tacul. Algunos vídeos y la certeza de saber que las reuniones se encuentran equipadas, acabaron de encender la chispa adecuada.

Pero también sabíamos que las condiciones del hielo ya no eran del todo buenas en esa vía, y Nasta y yo tampoco nos veíamos liderando un MD de hielo a 90º en pleno corazón de los Alpes.

Así pues, Hugo y Alejandro, muy motivados, madrugan algo más que nosotros y se van a por la Gabarrou, aunque mientras desayunaban comentaban no sé qué de un crampón roto (¡?).

Nasta y yo, madrugamos menos y tirando de reseñas, elegimos una vía de roca en la Pirámide de Tacul, que para eso nos hemos subido hasta aquí un juego completo de friends y empotradores.

Hora punta en el campo base, todas las cordadas eligiendo actividad y aprovechando los primeros rayos de sol para calentarse un poco.



La aproximación a la vía será justo al revés que la mayoría de las veces. Toca descender suavemente, para rodear el Tacul e ir a buscar su soleada cara E, a la izquierda de la imagen. En el centro, el Triángulo del Tacul, y algo a la derecha, todavía en sombra, la ruta normal del Mont Blanc de Tacul.



Con el día que hace, es imposible no embobarse con las vistas. La góndola que une la Aiguille du Midi con el refugio Torino, sobrevolando las Grandes Jorasses (qué grandes!) y la Dent du Géant.



Y hacia atrás, la arista de los Cósmicos y nuestro campamento.



Junto al Gros Rognon, el descenso se hace algo más pronunciado y empezamos a tener vistas directas sobre la cara Este del Tacul y sobre el objetivo de hoy.

La Pirámide de Tacul es una pequeña aguja empequeñecida por sus ilustres vecinos (como por ejemplo el Grand Capucin o la Punta Adolphe Rey), pero su arista Este es una escalada de grado asequible en un entorno inigualable.

Achinando los ojos, parece que hay bastante nieve en el último tercio de la vía, y después de las historias de terror de Hugo y Alejandro peleando en pies de gato con travesías de nieve, péndulos y fisuras heladas en la Rebuffat de la Aiguille du Midi, decidimos volver a cambiar de planes.

Lo llamaremos gestión del riesgo, o cura de humildad, o adaptación al medio...qué se yo, quizás por eso nos gusta tanto el alpinismo, nunca sabes a ciencia cierta si la vía estará en condiciones, si tú estarás al nivel que te exige la vía o si podrás controlar todos los factores dentro de un margen de seguridad. Como dicen por ahí, si fuera fácil, lo llamarían fútbol.



Si miramos justo a nuestra derecha, vemos la imponente línea de la Gabarrou-Albinoni. Ya hay varias cordadas en faena, ojalá les vaya bien a nuestros colegas. Hemos quedado en contactar por los walkies a las horas en punto, a partir de las 13:00.



Seguimos caminando sin rumbo definido, poco afectados por el cambio de planes y disfrutando a tope de este paseo por el paraíso. El siguiente monumento natural se llama "Supercouloir del Tacul", una perfecta línea de cientos de metros de hielo azul que corta la pared de arriba a abajo.



Aquí todo tiene unas dimensiones descomunales. Las caidas de seracs han barrido el valle por el que se accede a la arista este de la Pirámide. Otro motivo más para no haber entrado a la vía, aunque desde aquí parece que no hay tanta nieve en la parte alta.



Nosotros seguimos tranquilos, disfrutando de un travesía glaciar que no conocíamos. Hablamos de ir hacia la arista de Rochefort, parece a tiro de piedra, pero las distancias engañan, y mucho.



Un grupo de esquiadores, bien encordaditos, que las grietacas lo merecen.



La siguiente parada de nuestro particular "bus turístico" nos lleva a admirar la aguja granítica del Grand Capucin, otro hito del alpinismo desde que abrieran su vía Walter Bonatti y Luciano Ghigo, en 1951.



Ya estamos en la zona de influencia del refugio Torino y del teleférico que viene desde Courmayeur. Resulta que la Tour Ronde está relativamente cerca, con buena huella y con una cima muy estética, pese a no llegar a los 4.000 m.

De nuevo, nos toca descartar la cara Norte, que vamos cargados de friends y empotradores, pero sólo llevamos 2-3 tornillos y un piolet por persona.

Vistazo a la ruta normal. Rimaya muy tapada, pala de nieve a 40-45º y un tramo de arista hasta la cima.



Dejamos las mochilas, justo antes de la rimaya, donde todo el mundo aparca sus esquís. A partir de aquí, palas mantenidas con pequeños estrechamientos.



La mayoría de gente ya está descendiendo. Y algunos incluso se atreven a esquiar este tramo.



Nosotros continuamos para arriba.



Hasta llegar a una arista nevada que nos lleva directamente a la cumbre.



Un corto paso en roca (IIº?) y aparecemos en una estrechísima arista coronada por la Madonna de la cima.



La cumbre es tan estrecha, que hay que hacer las fotos de cima por turnos y anclados a la misma Madonna.



Toda la mañana ha estado haciendo un sol espectacular y justo ahora se mete la niebla y desaparecen las vistas. Nos vamos rápido para abajo, que no queremos que se ablande mucho la nieve.



Una vez pasada la rimaya, ya en terreno "seguro" nos merecemos un pequeño almuerzo: un turrón Viena a los pies de la Tour Ronde (leáse "turrond")



Reunión de sabios.



Vistazo atrás, hacia la cara Norte de la Tour Ronde, que estaba con huella y con una rimaya que se pasaba, aparentemente, sin problemas.



Y seguimos flipando con el paisaje. Por ahí anda el col de la Fourche y el incio de la arista Kuffner.



Y aquí, el Grand Capucin y la Punta Adolphe Rey más a la derecha.



Por ahí abajo se esparrama el famoso Mer de Glace. Los Drus y la Aiguille Verte, presiden el valle.



Agujas en un equilibrio casi imposible.



A partir de aquí, llegamos al punto más bajo del glaciar, junto al desprendimiento de seracs que hemos visto a la ida.

La temperatura ha subido considerablemente y el plateau glaciar es un horno que acaba rápidamente con nuestras reservas de líquido. El ritmo se ralentiza, las distancias parecen infinitas y aprovechamos para intentar contactar con Hugo y Alejandro, ahora que tenemos vista directa sobre su vía.

En el primer intento, no obtenemos respuesta. Seguimos caminando y a los 10 minutos, Hugo al habla. Están bien, ya han terminado la vía y van a rapelar ahora. Han sufrido un poco, y en el pie de vía pararán a comer algo. Decidimos vernos ya en el campamento. El relato de su escalada, aquí.

Ya tranquilos, continuamos con el "via crucis" de hoy. La vuelta al campamento se nos está haciendo durísima.

Una cordada escalando en la Punta Lachenal, que tiene fama de vías buenísimas y roca perfecta.



Ya en la tienda, caimos rendidos, nos hidratamos y esperamos a los compañeros, que llegarán apenas una hora después de nosotros, con otra tope clásica en el bolsillo.

Mientras cenamos, un serac se desprende del Tacul. Con todo su estruendo y su nube de polvo. Cosas que pasan en los Alpes.



Croquis de la Tour Ronde. Nuestra ruta, la línea roja central. En verde, la cara Norte.



Mapa del recorrido realizado:

Triángulo de Tacul: "Goulotte Chéré" (200m, D, 85º, AI4)

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La goulotte Chéré es un estrecho corredor de hielo con reuniones equipadas y rapelables, muy accesible desde la Aiguille du Midi. Al encontrarse algo encajado y en plena cara norte, guarda buenas condiciones de hielo incluso a principios del verano, lo que la hace, también, muy proclive a las masificaciones.



1 Junio 2015

Último día en altura, la meteo será estable (al menos por la mañana) y toca hacer evaluación de daños y planificación de cordadas.

Alejandro dice estar saciado después de dos "tope clásicas" (la Rébuffat y la Gabarrou-Albinoni), yo llevo unos días pesadito con ir a la Chere, Nasta se apunta y Hugo nos hará de hombre comodín en caso de que veamos demasiado verticales los largos duros de hielo.

Nada más abrir la cremallera de la tienda, ya tenemos visión directa de la vía. La aproximación serán apenas unos 30 minutos. Hace fresco y la nieve está perfecta para caminar. Ya hay una cordada equipándose bajo la rimaya.



Y otra cordada comenzando la Contamine-Grisolle, muy cerca de donde ayer cayó un serac.



Prácticamente sin parar, sacamos los dos piolets de la mochila, superamos la pequeña rimaya y continuamos hacia el inicio de la goulotte por unas palas de 45-50º.



Terreno más o menos sencillo, que va ganando pendiente conforme nos acercamos a la zona de roca. Montamos reunión ya por encima del cono de nieve, mientras la cordada que se ha tirado una hora preparando el material a pie de rimaya nos mira con cara de pena y nos piden que les dejemos pasar.



Con mucha amabilidad, les decimos que ok. Mientras echamos algunas fotos y vamos cogiendo frío.



Son las 7:18 de la mañana.



Por fin, llega nuestro turno. El largo que tenemos por delante no parece muy complicado y me animo a ir de primero. Nieve dura con algo de huella...



...supero una reunión que queda a la derecha y encaro una goulotte estrecha a unos 75º. Se protege muy bien en las fisuras de granito que hay a ambos lados de la goulotte (empotradores, friends medianos o pequeños, e incluso algún cintajo para lacear bloques).



Nos ha quedado un largo bastante largo (55m?) y muy muy disfrutón. Qué seguridad da este granito perfecto y este hielo tan bueno!



Reunión en una repisa cómoda, que comparto durante unos minutos con la cordada que llevamos por delante, un guía y su cliente suizo que a veces viene a escalar a España ("ouh yess, conosco Riglos, Siurana... and this is my first day ice climbing!")

A partir de nuestro L2, comienzan los tramos de hielo vertical que le dan el grado (AI4) a la vía. Muro mantenido a 85º donde pasa Hugo a escalar de primero, con sus crampones asimétricos, el Grivel monopunta que no partió ayer en el pie izquierdo, y un Petzl de Alejandro en el pie derecho.



Escalada vertical, pero muy tallada por el paso de escaladores. Buenísimos pies y gancheos para los piolets, lo que le resta algo de grado a la escalada.



Vistazo atrás. En nuestra R1 ya hay una cordada de italianos, e iniciando la vía un par de cordadas más.



Los italianos comenzando el L2.



Vaya vistas!



La R2 la ha montado Hugo sobre un par de tornillos en la parte izquierda de la vía, para no sobrecargar la reunión que ya estaba ocupada.

Al fondo, asoma otro muro de hielo vertical, así que continúa él como cabeza de cordada.

A la izquierda, la reunión de tornillos desde la que nos ha asegurado. Luego la desmontaremos. Nosotros le estamos asegurando desde la reunión equipada en la roca, ahora que ya ha salido la cordada que va por delante.



Detalle del muro final del L3, quizás la parte más estética de la vía.



Hugo progresa rápido, incluso cantando. Después de lo de ayer, ésto le parece un juego de niños.



R3 a la izquierda. Por delante, terreno más tumbado, sobre un hielo perfecto y alguna reunión intermedia que podemos chapar. Me animo a ir de primero.



Nasta posando en la R3. por detrás un servidor tirando metros y gastando gemelos.



Aquí colocando un tornillo. Montaré reunión en las rocas donde está la cordada de delante.



El último tramo es un muro de hielo negro y fino, con alguna roca suelta asomando. Se protege regular (los tornillos enseguida tocan roca) y los gemelos ya van al dente.

A un par de metros de llegar a la repisa de la reunión, traccionando con los piolets en una zona de nieve amarilla (sí, en las reuniones de una cara norte, con el arnés puesto y a -10ºC, uno puede buscarse el empequeñecido miembro con los guantes y pegar una meada de lo más placentera) noto que las cuerdas tiran para abajo bastante más de lo normal. No me jodas que ya llevo 60 metros de largo! Con la mandíbula semicongelada, pego unos gritos inentendibles e intento tirar para arriba, imposible. Hace unos 10-12 metros que no coloco ningún seguro y los gemelos me pegan unos pinchazos nada agradables. Bajo una pequeña capa de nieve, asoma el hielo negro. El suizo me mira con cara de circunstancias.

Segundos después, la tensión de las cuerdas disminuye. Parece que los colegas han salido en ensamble y ya puedo llegar a la ansiada repisa de la reunión.

El suizo continua para arriba, hacia la cumbre del Tacul.



Coloco el reverso en la reunión y voy recuperando cuerda. Por ahí viene Hugo...



...y ahí Nasta.



Preciosas vistas desde la reunión, la Aiguille du Midi y muy abajo, el valle de Chamonix.



A partir de aquí, la vía va perdiendo dificultad hasta salir a las rampas de nieve que llevan hacia el Mont Blanc de Tacul, pero supone alargar demasiado la actividad y bajar andando por la ruta normal del Tacul, expuesta a la caida de seracs. Decidimos rapelar desde aquí, muy contentos con la vía y con la calidad del hielo, pese a que lo masificada que está.



En 4 o 5 rápeles estamos en el pie de vía.



Al final las cordadas que venían detrás de los italianos, se han dado la vuelta. Caían demasiados trozos de hielo y han preferido dejarlo para otro día. Mejor venir madrugando mucho o a medio día (para empezar a escalar cuando la gente se ha ido) si las condiciones de temperatura son buenas. A las 11 de la mañana ya hemos terminado de rapelar, y la vía está prácticamente despejada de gente (los suizos ya están fuera del Triángulo de Tacul y los italianos, también iban a rapelar).



Hasta las tiendas, sólo nos queda un agradable paseo, mucho más corto que el de ayer en la Tour Ronde, y sabiendo que hoy toca cerveza fresca en Chamonix.

Importante esparrame en el campamento, organizando mochilones y deseando que venga alguna nube para tapar el solazo que cae a estas horas en el plateau glaciar.



La subida hasta la Aiguille du Midi se convierte en lo más duro del día. Pendientes interminables de nieve blanda, con mochilas de 25 kg y una aérea arista donde no vale tropezarse.



Ya en la cueva de hielo, descansamos la espalda durante unos minutos. Alejandro lleva un ojo tocado, se ve que le fallaron las gafas de sol y tiene picores y dolores varios. Luego en la farmacia le darán un mix de gotas y pomadas.



2 Junio 2015

Ha llovido bastante durante la noche. Hemos tenido suerte con la meteo en altura, aquí ya no importa que haga malo. Se ponen las tiendas cara al sol y el material se seca rápido.



Nos despedimos del macizorro del Mont Blanc...



...y volvemos al alpinismo de ciudad, a pelear con un Ciquecento que no está diseñado para cargar con 8 mochilas y con esas básculas de la línea de facturación de los aeropuertos, que siempre pesan algún kilo más de lo que esperas.



Unos croquis, en los que he indicado en azul donde nosotros realizamos las reuniones. Recordad que nuestro L4 nos quedó de 63 metros!



Aneto (3.404 m) por la Salenques-Tempestades

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La Salenques-Tempestades al Aneto es, posiblemente, la arista más codiciada del Pirineo. Sin ser una escalada de alta dificultad, exige un buen rodaje en este tipo de terrenos y una logística como si de una "grande course" alpina se tratara .



Los correos electrónicos han echado humo estos días. La ocasión se lo merece y la chispa prendida por Nasta ha alcanzado a seis personas de diferentes provincias españolas. La única solución posible es formar dos cordadas de 3 y que cada cordada elija su estilo.

Robert, Ata y yo, nos vamos a lo clásico: actividad dividida en dos días con vivac bajo un cielo de mil estrellas, que Robert viene de pasar la ITV en la rodilla y quiere probar sensaciones. La otra cordada, en estilo ligero para hacerla en el día desde la Besurta.

Durante el largo viaje en coche, los croquis (cómo se lo curran Igertu y Carlos!) han ido pasando de mano en mano y sólo queda pulir los últimos detalles. Al final, iremos con una cuerda de 60m, un juego de friends y fisureros, crampones y piolet, un hornillo, saco ligero y esterilla.

20 Junio 2015

Sobre las 6 de la mañana comenzamos a caminar. Los colegas han salido una hora antes, pero nosotros nos podemos permitir una cierta calma-tensa durante el día de hoy. Sabemos que hay buenos vivacs por la zona del Margalida, en la cumbre del Tempestades, incluso en la cima del Aneto.

En una hora llegamos al Plan de Aigualluts,



y nos internamos en el estrecho valle de Barrancs, bajo la atenta mirada del techo pirenaico. Parece que hay algo de nieve reciente.



Estamos a finales de Junio y la nieve nos evita incómodos pedregales camino de la colladeta de Barrancs.



Una vez en la colladeta, hay que descender unos metros para entrar en la cuenca del glaciar de Tempestades. Lo que tenemos por delante hasta el inicio de la arista, ya es todo nieve continua, así que decidimos cargar agua en un arroyo cercano.

A la arista le entraremos por una brecha secundaria entre el collado de Salenques y la Forca Estasen. Menos mal que hemos cogido los crampones, porque a éstas horas de la mañana la nieve está durísima.



A nuestra derecha, las tétricas murallas de la cara Norte del Margalida, el Tempestades y la inconfundible brecha de Tempestades.



Llevamos unas 4h30m, cuando llegamos al inicio de la arista. Resulta que los croquis que tanto estudiamos ayer, se han quedado en la guantera del coche. Habrá que afinar olfato y tirar de memoria fotográfica.



La cosa empieza a coger ambiente. Trepadas sobre grandes bloques, flanqueos expuestos...



...y pequeñas agujas que dan bastante trabajo para destreparlas.



Nuestros amigos ya están en el Primer Resalte de Salenques, afrontando los pasos más duros y estéticos de la arista.



Nosotros nos enfrentamos a las primeras dificultades serias del día, la característica placa fisurada. Buenísima roca y buenos emplazamientos para proteger la escalada.

No parece difícil y la escalo de primero y con botas. Por unanimidad, hemos optado por llevar sólo un par de pies de gato para toda la cordada, por si lo vemos necesario en algunos pasos de IV+/V.



La escalada de la placa fisurada es bastante disfrutona, hasta que te embarcas. Voy enlazando fisuras y ganando metros, camino de la cima de la aguja, pero conforme avanzo, la dificultad y el liquen aumentan de manera proporcional. Al final, me toca improvisar una reunión casi en la cima de la aguja. A mi derecha, unos 5 metros por debajo de mí, observo la reunión "oficial" en una cómoda brecha.

Total, que en la primera escalada del día, ya la hemos liado. Comenzamos a echar de menos los croquis. Aseguro el destrepe de los compañeros hasta la brecha, se nos engancha un cabo de las cuerdas y conseguimos continuar la escalada, con 30 minutos perdidos y la moral algo tocada.

Esto será la pajarita. Nos pasamos al otro lado de la ventana, ignorantes de que es mejor no pasar y escalar por la parte derecha de la arista.



No vemos cómo continúa la arista y aseguramos a Ata en un largo de cuerda.



Tras el flanqueo a derechas, tenemos que escalar un muro vertical con malas manos y pies y un par de clavos que se mueven. Nos ha parecido Vº grado, incluso tocando algún clavo bailón. Pasos duros que Ata ha resuelto con bota dura. Bravo!



Lo que viene por delante, tiene toda la pinta de ser el Primer Resalte de Salenques, con sus dos largos de escalada mantenida, aérea y muy estética.



Se merece que me ponga los pies de gato, que para eso los hemos cargado hasta aquí. Ata, en la brecha.



Y yo escalando el primer largo del Resalte. Tres clavos marcan el camino (por todo el filo del espolón) y nos serán útiles algunos friends medianos-grandes.



Robert y Ata en la brecha desde la que me aseguran.



Reunión en una cómoda repisa. Ata terminando el primer largo del Primer Resalte (IV).



El segundo largo se inicia con un muro vertical, casi desplomado, protegido con clavos. Con los pies de gato son unos pasos de V que se escalan más o menos bien, en caso de necesidad, los clavos están cerca y se puede acerar.

Después, terreno más sencillo, con grandes bloques hasta la cima de la aguja.



Desde la cima, un rápel de unos 20 metros nos deposita en la siguiente brecha.



Como he sido el primero en rapelar, me adelanto unos metros para ver lo que nos queda por delante. Foto hacia la aguja que acabamos de rapelar.



Por delante, otra tanda de grandes bloques que hay que trepar, algunas canales estrechas y ya a la vista el próximo objetivo, una placa fisurada de roca clara.



De momento no hay grandes dificultades y continuamos en ensamble.



La placa fisurada que hemos visto desde lejos, está bastante tumbada y tiene buenos agarres, seguimos en ensamble.

Voy delante, colocando seguros hasta que me quedo sin material en una cómoda repisa donde podemos comer y beber algo.

Robert finalizando el tramo de ensamble, unas pequeñas goulottes con nieve que recordaban a la arista de los Cósmicos.



Estamos llegando a los grandes desprendimientos blancos de la cara norte del Margalida, sabemos que tenemos que pasar a la soleada vertiente sur y continuar por trepadas sencillas hasta la cumbre del Margalida.

Ahora continúa Ata en cabeza.



Paisaje muy alpino, mientras seguimos pequeños hitos y repisas con hierba y buena caidita.



Sin más novedad, llegamos a la cumbre del Margalida y pasamos por la brecha donde termina el corredor norte. Curiosamente, el último largo tiene más nieve ahora que cuando vinimos en Abril.



El primer tramo de arista entre el Margalida y el Tempestades, nos sorprende con destrepes muy aéreos (IIº) que conviene asegurar.



Por delante, la cara sur del Tempestades aun guarda mucha nieve.



Bonitos paisajes, con nieve blandurria y trepadas sobre buena roca.



Sobre las 18:00 llegamos a la cima del Tempestades. Por delante, el destrepe hacia la brecha Tempestades y un terreno con pinta de ofrecer vivacs de tercera división.



Junto a la cima del Tempestades, bajando unos metros por la arista sur, encontramos un par de habitaciones dobles que están por adecentar. A golpe de piolet, retiramos el exceso de nieve y preparamos nuestro nido de águilas.



Un grupo de franceses que vienen sin reserva. A su izquierda, impresionantes vistas del tramo de arista recorrido hoy.



Las últimas luces del día iluminando el Vallibierna. Hemos pasado la tarde fundiendo nieve, llenando las tres botellas de 1'5 litros, tomando una sopa, un par de sobres de pasta e hidratando el cuerpo para mañana.



La Forcanada también se incendia.



Miradas de incertidumbre antes de una noche para recordar.



Dormimos con ropa, con la mochila preparada para meter dentro los pies y la cazuela llena de nieve para el desayuno de mañana.

21 Junio 2015

La noche ha sido perfecta. Poco frío y nada de viento. Entre cabezada y cabezada, la vía láctea va recorriendo la cúpula celeste, como si de un extraño reloj cósmico se tratara.

Los amaneceres aquí arriba son siempre duros. Desayunamos aun dentro del saco, intentando descifrar con la mirada la faena que tenemos por delante, algo nerviosos. Localizamos la ventana que tenemos que atravesar camino de la Espalda del Aneto. El punto de referencia está claro, pero no hay manera de averiguar desde aquí cuál es el mejor camino.



Lo mejor en estos casos, es entrar en acción. Como ya está haciendo el grupo de franceses. Se ve que sus vivacs eran bastante más incómodos y su desayuno más escaso.



Desde el pequeño muro de piedra de nuestro vivac, observamos a los franceses tejer la arista.



Con los pies aun fríos, comenzamos con la jornada de hoy. Destrepes más o menos sencillos y pequeños obsequios de la montaña. Yo lo llamé "la lenteja", o el "friend-empotrador", pero se llama ballnut.



Vamos siguiendo de lejos a los franceses y tratando de identificar los pasos que habíamos leido hace dos días en las reseñas.

Parece que estamos llegando al muro naranja. Lo rodearemos por la derecha...



...y escalaremos un largo bastante vertical sobre buena roca.



Ante nosotros, el último tramo de arista, el que va desde la brecha Tempestades hasta el Aneto. Volvemos a localizar la ventana que tenemos que atravesar.



Para bajar a la brecha recordamos que se puede rapelar. Robert se acerca a una aguja cercana, pero no hay rastro de rápeles y con nuestra cuerda de 60 metros no llegaremos muy lejos rapelando en esa zona.



Hay algunas trazas de huella por la nieve y con algunos destrepes no excesivamente expuestos...



...llegamos por fin a la brecha Tempestades. Una arista nevada y un ambiente poco agradable para vivaquear.



La cordada de franceses nos ha marcado el camino a seguir. Para empezar, un primer largo sobre roca muy compacta y tramos verticales. Una cordada de fuertes jovenzuelos franceses, nos adelanta por la izquierda y sin intermitente escalando una fisura desplomada con pinta de 6a (por lo menos).



Nosotros continuamos por la ruta normal, haciendo ahora un segundo largo, con un pasito curioso de bavaresa sobre roca perfecta.



Después, la dificultad decrece ligeramente, hasta que nos desviamos demasiado a la izquierda y nos toca escalar algún paso raro para llegar por fin a la famosa ventana.



Aquí, lo leido en la reseña, se vuelve a difuminar. Probamos a escalar una travesía protegida con clavos, camino de una reunión que parece no llevar a ninguna parte.



Decido recular, y montar un corto rápel (8m?) que nos deposita en unas viras marcadas con un hito.



Desde la repisa, varias trepadas no del todo sencillas (III/IV), nos van llevando de nuevo hacia el filo de la arista.



Ya en el filo, las dificultades decrecen y la Espalda del Aneto se nos antoja cercana.



Dos Circomarcos y dos Roberts, afrontando los últimos pasos de arista antes de la Espalda del Aneto.



A partir de aquí, ya tenemos claro que las dificultades nos permiten ir sin cuerda y con el material de escalada guardado en la mochila.



Aun así, no hay que bajar la guardia, que hay algún flanqueo aéreo...



...y una arista nevada de lo más alpina.





Y por fin, el final de la interminable arista. La cumbre del Aneto, la vuelta a las multitudes. Iconos del siglo XXI: montañeros subidos a la cruz haciéndose fotos con un palo "selfie".



Por el puente de Mahoma pasamos casi de puntillas. Hace apenas un par de meses estuve por aquí y recuerdo casi cada presa, cada pie. Robert tenía ilusión por ver cómo era.



En el rellano de nieve que hay después del paso, mientras decenas de personas se preparan para ir hacia la cumbre, Robert me pregunta:

- Oye, el paso de Mahoma ya lo hemos pasado?
- Sí. Eres un insensible.

Después de dos días cabalgando aristas, el cuerpo humano ya no distingue el mito de la realidad.



Aprovecho la coyuntura y el relajo de saber que ya "sólo" queda caminar hasta el coche, para acercarme a la Punta Oliveras. Que siempre que paso por aquí, digo de subirla. Sin ser yo coleccionista de tresmiles ni nada de eso. No hay foto porque no es agradable ver un primer plano de un señor con grumos blancos de crema reseca por la cara.

Para el descenso optamos por la directísima hacia Barrancs, sin pasar por el Portillón Superior, que con nieve blanda no apetece nada llanear.



Las marabuntas camino del Aneto.



Nosotros para abajo. Nieve continua hasta casi Barrancs. Qué buena idea venir en Junio y no comer pedregales inhumanos.



De nuevo en Aigualluts, el paisaje es lo más parecido al paraiso. Empacho de verdosidad y arroyos caudalosos de aguas cristalinas. En el mismo centro de Aigualluts, varios grupos de fotógrafos hacen fotos a modelos ligeras de ropa. Llevamos muchas horas escalando? Nos ha dado mucho el sol? O es el nuevo lugar de moda para calendarios amateurs?



Hasta la Besurta, el camino no se hace del todo pesado. La bajada por nieve ha sido un éxito y de cima a coche sólo hemos tardado unas 2h30m.

Mapita general con el recorrido realizado:



Tope clásica del Pirineo. Imprescindible. Con mucho ambiente. Varios largos de escalada y muchas trepadas. Vivac casi obligatorio. Un "must" (como dirían los modernos) en cualquier libreta de pirineista que se precie.

A realizar, una o varias veces en la vida.

Montanejos, Risco del Morrón: "Auténtica" (165 m, 6c)

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Estos últimos años, Montanejos está viviendo una segunda juventud, con algunos equipamientos nuevos, reequipamientos de vías ya abiertas y multitud de información por la red para escalar en sus paredes.

Gracias al trabajo de Pitxi, hoy nos vamos a la Auténtica del Morrón, aprovechando las tardes libres de la jornada intensiva.



8 Julio 2015

Una ola de calor interminable e insoportable, hace que sólo plantearse salir de casa sea un gesto admirable. Ya lo dice Mercuri, que eso de las caras Norte en invierno está muy sobrevalorado, lo realmente duro es una cara sur en pleno verano.

Para darle un empujoncito más a los 40º que marca el termómetro, un desastroso incendio devora el bosque a escasos metros de la carretera de Montán.



El Risco del Morrón se encuentra regulado y está prohibida la escalada del 1 de Enero al 30 de Junio.



La vía se sitúa en la parte derecha de la pared, orientación norte y algo noroeste en los largos de arriba.

35 minutos de aproximación, totalmente inhumana por el calor y el riesgo de morir deshidratado.

Por cierto, las fotos son las peores que he colgado jamás en el blog. Con las prisas olvidé la cámara y las que hay las hice con el móvil (que es un aparato que sirve para llamar, no para hacer fotos).



Joseka hizo alguna foto decente, menos mal.

Aquí Hugo encadenando muy felicianamente el L1 (6b+).



Luego nos daríamos cuenta, que empieza con unos pasos duros, sobre roca rota, que te pillan muy en frío y te dejan bien calentito.



Pasado el primer apretón, y tras un pequeño tramo de placa, viene un segundo apretón sobre grandes bloques con mala pinta, para llegar a la reunión con los antebrazos bien hinchados.



L2 (6a+): el largo más bonito de la vía. Festival de laja-bavaresa, travesía aérea y final casi desplomado y con mucho canto.



Terminando el L2.



L3 (6c): diagonal a derechas, para encontrarnos el paso duro de la vía, en una panza con manos malas y paso largo a canto bueno. Menos mal que es acerable.

El primer largo de la vía se nos ha atravesado un poco y ya vamos con el horario un poco justo. Hugo pone la directa y empalma el L4 + L5 (6a+, 6a).



60 metros justos, de escalada de placa sobre roca perfecta, con algún resalte desplomado.



En la cima del Morrón, terminamos con las últimas reservas de agua y nos preparamos para el descenso en rápel. Los hidroaviones siguen trabajando sin descanso, cargando agua en el embalse de Arenós.



Para el descenso, hay que dirigirse hacia un collado que queda al sur, al que se desciende por cuerdas fijas.

Giramos a la izquierda y descendemos por una inclinada canal llena de vegetación y tierra suelta. Unos metros más abajo, a mano izquierda, encontraremos el primer rápel.



Con doble cuerda, en un par de rápeles llegamos al suelo. El primer rápel es casi todo volado (llevar Shunt o cordino para prusik-machard).



Segundo rápel, también muy vertical.



Ya en el pie de vía, recogemos algunas cosas que habíamos dejado (camiseta, mochila) y nos llevamos sin querer alguna garrapata de recuerdo (ojo, porque son bastante frecuentes en los pies de vía del Morrón).

Al coche llegamos justo a tiempo como para no tener que encender frontales.

Ya de vuelta a casa, el incendio sigue del todo descontrolado. Dos frentes muy activos y bien visibles por la noche. Casi como ver un volcán en erupción.



Vía totalmente equipada, con sombra casi todo el día. Roca delicada en el L1. Grado obligado en torno al 6a/6a+. Estudiad el descenso antes de escalar en el Morrón.

Los croquis de Luichy, como siempre, impecables.

Pic d'Artouste: "Les tribulations de Franska" (765m, 6a)

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En la zona del refugio de Larribet no habíamos estado nunca. Bellos bosques franceses, ibones, vías muy largas equipadas en granito y la arista noroccidental del Balaitus como principal objetivo, eran suficiente reclamo como para coger tres días libres y probar suerte.



10 Julio 2015

Resulta que el viaje hasta el Plan d'Aste no eran tantas horas como pensábamos. Llegamos aun con algo de luz y decidimos aprovechar la tarde-noche para subir a vivaquear unos 30 minutos por encima del refugio de Larribet.

Pequeño gran esparrame, mientras cenamos y preparamos el material.



La subida hasta el refugio son unas 2 horas en las que sudamos como pollos. Tirando de frontal, localizamos una buena parcela con hierba a eso de las 12 de la noche.



11 Julio 2015

Ligero madrugón para salir con las primeras luces de día, hacia el pie de vía. Guardamos el material sobrante en unas "taquillas" cercanas...



...y comenzamos la aproximación al pie de vía en "pole position".



Hasta que una madriguera de marmota le hace un penalti a Nasta.



Puede apoyar el pie, pero no está para meterse 18 largos de escalada. Con un walkie y algo de material sobrante, lo dejamos enfriando la zona tobillesca en el ibón superior de Batcrabère.



Hemos perdido la "pole" y somos 3 cordadas las que hemos llegado casi a la vez al pie de vía. Muy amablemente, dejaremos pasar a las otras dos cordadas delante.



Mientras vamos mirando la arista noroccidental del Balaitous y haciendo tiempo para empezar a escalar, llega el amigo Eugenio, famoso forero de Mendiak.



Ya tenemos charreta asegurada en las reuniones.

L1 (V, 50m): placa tumbada con buenas presas y pequeño desplome al final.



Como somos tres, por no enredar mucho con los cambios de cabos, haremos cada uno 4-5 largos de primero.

L2(V, 45 m): placa perfecta, con algún paso fino.



Vistazo atrás, desde la R2.



El tercer largo es un largo de transición, muy tumbado, para buscar la siguiente placa perfecta.

L4 (V, 50 m): placa de adherencia, bien asegurada.



Por ahí anda Eugenio.



Cambiamos cabos y continuo yo algunos largos en cabeza.

Para empezar, el L5-L6 y L7 se pueden ensamblar. Terreno tumbado, donde los parabolts marcan el camino.



En el L8 sigue la tónica de placa tumbada. Se realiza una travesía a derechas para ponernos bajo un tramo vertical. Ligero tapón con las cordadas que van por delante.

L9 (50m, V+): uno de los largos bonitos de la vía. Pasos de placa, para terminar en un pequeño desplome con buenas presas. Bien protegido y disfrutón.



Ata saliendo del desplomillo del L9.



L10 (40m, V+): otro buen largo con roca perfecta. Pasos finos de placa y diedro entretenido.



Desde la R10, atravesamos una campa de hierba, para montar la R10bis al pie del siguiente muro. Evitamos así que las cuerdas vayan corriendo por el suelo mientras escalamos el L11.



L11 (V): para variar, buena roca y bien asegurado.



L12 (V+, 40m): bavaresa roma de canto pequeño. Paso fino pero acerable.



L13 (V): otra vez biene bien montar la R12bis al pie del muro de escalada.



L14 (V, 25m): escalada vertical...



...para terminar en una cómoda repisa con vistas.



L15+L16 (80m, IV): escalar la aguja que tenemos enfrente y continuar por la arista de la izquierda hasta un marcado collado.

Salimos en ensamble cuando Ata agota los 60 metros de cuerda.



Las vistas desde la R14 son de escándalo. Ya se huele el final de la vía. Posible escape desde la R16.



Cara Este del Palas. Vaya par de chimeneas infernales.



La arista del L16. Al fondo, las otras cordadas escalando el L17 y L18.



Por esa arista acabamos de pasar.



L17(35m, IV+): roca a tantear y algo de autoprotección.



L18 (35m. 6a): el largo más duro de la vía. Muro ligeramente desplomado con pasos no del todo evidentes.





Ata cogiendo el último canto de la vía.



Al estar totalmente equipada y con algún ensamble, los 18 largos y casi 800 metros de escalada se hacen sin problemas en unas 5 horas.



Tenemos tiempo de comer algo mientras plegamos cuerdas, y disfrutar de un descenso en un entorno idílico.



A Nasta ya le hemos pegado un toque con el walkie. Está en el refugio de Larribet, pero no ha podido cargar peso ni llevarse las cosas de las "taquillas" ni del Ibón.

Nos disfrazamos de porteadores y llevamos todos los trastos al refugio. Nasta tiene que pasar por boxes (al menos, que le hagan una radiografía y le pongan un vendaje) y nuestros planes de la arista noroccidental al Balaitous se descartan definitivamente.



Para volver al coche, repartimos tareas y vamos haciendo turnos, menos Nasta, que se ha encasillado en el papel de lesionado. Uno acompaña a Nasta, que baja despacito apoyado en los bastones. Otro "descansa" y otro carga con su mochila y la de Nasta.



Y sin más novedad, llegamos al coche y emprendemos el retorno al valle de Tena.

Pero antes, paradita en la cascada de Gros Hêtre. A 50 metros de la carretera, vale la pena andar 2 minutos y disfrutar de este derroche de la naturaleza.





A última hora de la tarde, en el centro de salud de Escarrilla, a Nasta le tocan el punto G del tobillo y deciden no vendarlo hasta que le hagan una radiografía en Jaca.

Pero eso ya será mañana.

Los croquis buenos, como siempre, los de Luichy.

http://lanochedelloro.com/resenfrance/francepiri/larribet4.gif
http://lanochedelloro.com/resenfrance/francepiri/larribet5.gif

Vía recomendable,pero también muy concurrida.

Aguja de Portalet (100m, 5b+)

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Después de la jornada movidita de ayer, hoy amanecemos en el Valle de Tena, con un tobillo que tiene que pasar por boxes en Jaca.



12 Julio 2015

Sobre las 10 de la mañana, vamos teniendo las cosas más claras. Nasta tiene el maleolo roto, y el resto de supervivientes aprovecharemos el día para escalar vías equipadas, con poca aproximación y sin apenas compromiso, que no son horas de meternos en "fregaos".

Elegimos la vía "Pirineos con frontera", una cara oeste, donde no deberíamos morir abrasados de calor. Pero mientras aproximamos ya vemos que hay unas 4 cordadas en la vía, dos de ellas esperando para comenzar a escalar.



A mano derecha, tenemos la esbelta Aguja de Portalet, con una vía equipada de 4 larguitos. Casi que, para estar esperando en la otra vía, aprovechamos el rato y escalaremos ésta aguja.



L1 (5b+, 30m): pasos finos de placa, algo más difícil de lo que parece desde abajo.



Roca bastante buena e incluso algo de frío por estar aun a la sombra.



En la "Pirineos con frontera", las cordadas van ganando metros poco a poco.



L2 (IV, 20m): montarse sobre la arista que tenemos delante y continuar por terreno sencillo hasta una repisa al pie del siguiente muro vertical.



L3 (5b, 25 m): inicio casi "explosivo", pero con buenas presas. Luego, sucesión de pequeños muros verticales, que van perdiendo dificultad conforme termina el largo.



Parte final del L3.



L4 (5b+, 25 m): el largo estrella de la vía. Estético diedro de roca a tantear. Los primeros metros son más sencillos si los hacemos por la placa de la izquierda, sin entrar en el diedro.



Estamos disfrutando de nuestra "espera-activa", y encima aun seguimos a la sombra.



Desde la R4, se puede realizar un pequeño largo de arista (parabolt y puente de roca) sencilla.



El aparcamiento del Portalet, desde la arista final de la vía.



Continuamos unos metros caminando,



hasta alcanzar las suaves pendientes de hierba de la cara sur. Por una de las primeras canales que nos quedan a mano derecha, retrocedemos hasta el pie de vía de la Aguja y de ahí, a la "Pirineos con Frontera". Descenso sobre fuertes pendientes de hierba y piedra suelta, poco recomendable.

La escalada de la Aguja es bonita. Son sólo 4 largos, pero no deja mal sabor de boca. Roca a tantear en algún punto (especialmente en el L4).

Croquis en: http://baldapikarras.blogspot.com.es/2013/07/aguja-portalet-croquis.html

y en el libro de Xabier Larretxea: Guía de escalada en el Pirineo Norte.

Y a ver si ahora, tenemos pista libre para seguir escalando...

Pic d'Estrémère: "Pirineos con frontera" (275 m, 6c)

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Recién llegados de la escalada en la "Aguja del Portalet", apenas tenemos unos segundos para beber algo, pegar un mordisco al bocadillo y comenzar con la "Pirineos con Frontera".



12 Julio 2015

Aspecto general de la zona. A la izquierda, la "Pirineos con frontera", en el centro el "corredor del Ejecutivo" y a la derecha la "Aguja del Portalet".



Ya es la una y media del mediodía y como nos despistemos un poco, el sol nos va a freir.

Hugo decide emplamar (y encadenar) el L1 y el L2. Va enchufado hoy, el "Ae" del L1 lo pasa en libre y no le parece tanto como 6c.



Yo trato de mantener la dignidad con una mezcla de escalada libre y agarramiento de exprés cuando la cosa se pone tensa.





De nuevo, empalmamos L3+L4. Pasos finos de placa (6b) para empezar el L3:



El L5 (25m, 6a) tiene buena pinta, me animo a ir de primero. Travesía a izquierdas sobre buena roca estratificada...



...para después superar una pequeña panza desplomada. Bien equipado y más fácil de lo que parecía.



Hugo terminando el L5.



Empalmamos L6+L7. El L6 es uno de los más bonitos de la vía, con algunas lajas a tantear pero con movimientos muy estéticos.





En el L7 creo que fuimos por la chimenea de la derecha y algún chusco-pedrusco ya tiramos. Quizás el peor largo de la vía. Cuidadín sin van cordadas por detrás o si le tenemos aprecio al segundo de cordada.

L8 (6a): grandes bloques desplomados, con algún paso raro. Me pareció algo más de 6a...



El L9 es un largo de transición que recorre una terraza herbosa-terrosa. Montamos reunión al final de la canal, junto al pirulo de roca que queda a mano izquierda.

Hugo buscando la sombra en la R9.



L10 (V): ligera travesía a derechas, para superar un par de muros.



Últimos pasos de la vía. Sudando de lo lindo, ya escasos de agua y pensando en la cerveza que nos tomaremos en el Portalet.



Un vistazo al Peyreget y el Midi d'Ossau...



...y casi corriendo, nos vamos hacia el aparcamiento.



Buena vía, totalmente equipada, rápida y con roca delicada en algún punto. Sombra por la mañana (hasta las 12?). Grado obligado en torno al V+/6a. Empalmando algunos largos, hemos tardado 2h15min en escalarla.

Los croquis buenos, los de Luichy.

Peña Telera: "Espolón de los Navarros" (MD, 300 m, V+, A0)

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Después de 32 largos de escalada parabolizada (aquí, acá y más allá), el nivel de "plaisir" en sangre alcanza niveles peligrosos. Buscando en la carpeta de vías pendientes, aparece una buena opción para nuestro último día en el valle de Tena.

El "espolón de los Navarros" se encuentra situado en un espectacular circo de alta montaña, con roca caliza "ordesiana", bastante delicada en algunos tramos, y que exige buen olfato, templanza y ciertas horas de vuelo.



13 Julio 2015

Hoy toca madrugón. Un poco antes de las 6 de la mañana, salimos caminando desde el parking de La Cuniacha, con un ritmo acorde a las exigencias del guión.

Casi sin parar ni hablar, llegamos al circo superior, donde las vistas del corredor Elena (izquierda), el espolón de los Navarros y el corredor Watade (derecha), sobrecogen cuerpo, mente y estómago.



Los últimos metros de aproximación, remontan una incómoda pedrera, para buscar una vira diagonal que arranca del flanco izquierdo del espolón.



Recorrer la estrecha vira, en una clara diagonal a derechas, hasta alcanzar la R0 (sin equipar, posibilidad de colocar algún friend pequeño) en una pequeña y expuesta repisa. Son las 8 de la mañana, buena hora para arrancar.



L1 (6a+ ó V+/A0): muro de roca compacta, luego travesía a izquierdas para buscar una fisura vertical de V+ a proteger. Por aquello de no acerar de los clavos, Hugo lo escala en libre (6a+?).



Ya en la repisa, después del paso acerable.



La fisura de la segunda mitad del L1.



Para ser el primer largo, ya vamos calentitos y con el esfínter algo prieto.



L2 (V-): hoy tiene toda la pinta de que le toca a Hugo currar y a nosotros ir de paquetes. Travesía a izquierdas, para remontar un diedro algo tumbado.



L3 (IV+): otro largo de grado no excesivo pero donde la necesidad de proteger con friends, a la vez que tanteas la roca e intuyes el itinerario, hace que la bilirrubina vaya a flor de piel.



Ambiente ordesiano, por la roca y por el paisaje.



L4 (V+): parece que le vamos cogiendo el punto a la vía. Acostumbrándonos a reforzar la reuniones, sortear posibles embarques, avisar de los bloques sueltos, y agazaparnos cuando alguno cae en picado.

Eligiendo qué "chimenea de armarios empotrados" escalar. No coger un desvío a la izquierda.



Ata, tanteando bloques.



L5 (IV+): ya debemos estar llegando a la faja intermedia, pero la franja de roca caliza más clara no se distingue muy bien desde aquí.

Al menos, la roca mejora en este tramo.



Hugo llega al circo pedregoso y tarda unos minutos eternos en gritarnos "reunión!".

Resulta que se ha ido algo a la izquierda (tal y como marcaban los croquis) y se ha dado de bruces (no confundir con Bruce Lee) con un escaparate completo de microondas y neveras en oferta, de esos que se mueven con solo mirarlos (me lo quitan de las manos señora!). Finalmente, ha conseguido salir de ese infierno de precios outlet, y localizar la reunión de clavos bastante a la derecha de donde se encontraba.

Ata, terminando de escalar el tramo de buena roca del L5, ignorante de los acontecimientos acaecidos unos metros más arriba.



El dichoso circo pedregoso. En la foto, no parece que los microondas estén de oferta, pero las rebajas eran escandalosas.



Si no aparecieran el Arriel, el Palas y el Balaitous al fondo, diría que es Ordesa.



En la R5 da la sombra. Ya que hay que abrigarse, aprovechamos para picar algo y hacernos preguntas retóricas mientras miramos al infinito. ¿Qué cojones hacemos aquí, habiendo tanto "plaisir" a nuestro alrededor?



La "corona de rey" (Saxifraga longifolia) florece una vez en la vida, para morir a los pocos días. Nosotros soñamos con florecer varias veces en la vida. Incluso, varias veces al mes. Puestos a soñar...



L6 (V+): de aquí ya tenemos claro que sólo nos saca el señor Hugo. Inicio algo expo, para buscar un vertical diedro no visible, que queda a la izquierda.



Algunos clavos van marcando el camino. De momento, el largo con más ambiente de la vía.



En la parte superior, cambiarse a otro diedro que queda ligeramente a la derecha.



L7(V+): ojo porque los bloques que hay justo encima de la reunión están de mírame y no me toques, pero eso no lo sabes hasta que te subes encima de ellos y ya los has tocado con todos tus miembros. Roca que pasa de crocanti superior a aceptable inferior en pocos metros.



Ambientazo total en estos largos de salida donde se demuestra el "savoir faire" de los que escalan de verdad.



Verticalidad...



...y un final casi desplomado que unos pasan con concentración...



...y otros con desconcentración.



L10 (6a): último largo. Ya olemos el final de vía. El optimismo se apodera de nosotros, pero ya lo dice el refrán: "hasta el toro, todo es rabo". Hugo, sonriente sobre un gran bloque fisurado que se mueve.



Nos espera un buen apretón...



...para escalar un explosivo desplome, que a estas alturas de la historia es el paso más duro del día. Un par de aceramientos sobre clavos...



...y estamos en terreno horizontal, al sol y muy contentos con la escalada.

Son las 12 de la mañana (4 horas de escalada) y hemos vuelto a florecer.



Una estrecha arista de roca descompuesta nos separa del "paso horizontal" y el sendero de regreso al coche. Desde la lejanía el Vignemale vigila la jugada.



Vistazo general del paso horizontal, con el traje de verano.



Sin nieve, no es más que un sendero con vistas. Un privilegiado balcón sobre la sobrecogedora fachada del macizo de Peña Telera.



Por la canal de Cobacherizas, emprendemos el largo descenso hasta el ibón de Piedrafita.



Y disfrutando del paisaje...



...y con un pequeño remojón...



...llegamos a buena hora para comer con el lesionado Nasta y contarle nuestras batallitas en la escalada navarrica de hoy.

Los mejores croquis que circulan por la red, sacados de la página de Kike Villasur.




Aunque en la R5, la reunión se encuentra recto tal y como salimos de la franja de roca caliza o incluso algo a la derecha, nunca ligeramente a la izquierda como indican los croquis.

En general, vía mantenida, donde lo pasaremos mal si vamos con un grado justito de V/V+, reuniones no del todo fiables y largos a proteger sobre bloques dudosos.

No le pongo el cuño de "tope clásica" porque no es del todo recomendable. Buenas vistas, grandioso ambiente y soledad casi garantizada, que quizás a más de uno le compensen todos los inconvenientes comentados antes.

Montanejos, Risco del Morrón: "El infante" (165 m, 6a+)

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Volvemos al Risco del Morrón, en formato vespertino, a escalar la vía más sencilla del sector.



17 Julio 2015

30 minutos de aproximación, que pese a estar a la sombra, son una pequeña tortura por el calor absoluto y la humedad relativa.

Gabi se anima con el primer largo.

L1 (35 m, V): comenzar la escalada en un parabolt justo a la derecha de la canal por la que se rapela,



no continuar por el marcado espolón, sino ligeramente a la derecha a buscar unas fisuras y diedros bastante terrosos.

Algunos friends ya colocaremos para proteger ciertos pasos.



L2 (35 m, V+): espectacular fisura prácticamente equipada con parabolts y puentes de roca, y una segunda mitad del largo, algo más sencilla pero más limpia de seguros.



Gabi terminando el L2. Vertical y con ambiente.



L3 (35 m, V): desde la reunión, escalar la fisura que tenemos a nuestra izquierda (empotradores), para llegar a unas pequeñas cuevas.



El largo continua por una preciosa travesía a derechas, bien protegida con cordinos en puentes de roca. Mucho ambiente y escalada sencilla.

Finalizada la travesía, escalar una placa hasta llegar a un pequeño diedro (a proteger), encima del cual está escondida la reunión.



Especímenes rupícolas endémicos en la R3.



L4+L5 (60 m, 6a+): desde la cómoda reunión, travesía a izquierdas para encarar el paso duro de la vía. Panza bien protegida, con salida a placa fina. Atención, "spoiler": las manos buenas están por la izquierda.

Después, tramo entretenido a proteger, rodeando una sabina. Los croquis se han quedado en la reunión y me paso el desvío a la R4.

Chapo un parabolt solitario y encaro una fisura que parecía más sencilla desde abajo. La fisura (V+) se va tragando todos los friends que quieras poner. Llego a la R5 ligeramente puteado con el roce de la cuerda y sin friends ni expreses en el portamaterial.

Al final, ha habido que pelear este "empalmamiento involuntario" (qué desafortunada combinación de palabras...) de dos largos en uno.

Lo bueno es que hemos ganado algo de tiempo, ahora que sólo quedan unos minutos para que el sol se ponga por el horizonte.



Pero que no cunda el pánico. Ya me sé el descenso de cuando escalamos la "Auténtica", y nos podemos permitir una foto de Quique posando en una mezcla de "Lo que el viento se llevó" y "Simba".



En dos rápeles muy largos...



...alcanzaremos el pie de vía aun con la luz suficiente, como para recoger algunas cosas que habíamos dejado, llevarnos la garrapata habitual...



...y llegar al coche justo antes de necesitar los frontales.

Una vía muy recomendable, semiequipada y en sombra casi todo el día. Recordad que hay restricciones del 1 de Enero al 30 de Junio.

Croquis en Elev-arte o en la página de Luichy.

Con un poco más de pila, aun tenemos vías interesantes por escalar aquí...

Taller de Seguridad en la montaña: ALUDES (9, 10 y 11 Febrero)

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Por tercer año consecutivo, durante la segunda semana de Febrero impartiré el "Taller de Seguridad en Montaña: Aludes", del Centro de Formación Permanente de la Universidad Politécnica de Valencia.



Dos tardes en aula y otra prácticando búsquedas con ARVA en "terreno seco", con la idea de ayudar a la gente a gestionar mejor sus actividades en el maravilloso mundo de la nieve.



Desde la formación del manto nivoso, su metamorfosis, tipos de aludes y sus causas, hasta los métodos de reducción del riesgo y la influencia del factor humano en la toma de decisiones.



Perfil obtenido del blog del Centre de Laueghi d'Aran

Para el último día dejaremos las prácticas de protocolos de actuación en caso de avalancha y las búsquedas de una sola víctima y multivíctima.

Las inscripciones se han abierto hoy y se pueden realizar en la página web:

https://www.cfp.upv.es/formacion-permanente/cursos/seguridad-en-la-montana--aludes_idiomaes-cid47267.html

Fechas: 9, 10 y 11 de Febrero

Horario: Martes y Miércoles de 19:00 a 21:30

Jueves de 16:00 a 18:30

Lugar de impartición: aula Indurain, Área de Deportes Universidad Politécnica de Valencia.

Breithorn (4.164 m): ruta normal desde Klein Matterhorn

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En el verano de 1993, la "cordada" alcanzó la cima de su primer tresmil. Pasamos un par de horas allí arriba, con el glaciar del Aneto justo enfrente, intentando reconocer las montañas que nos rodeaban, mientras la "gabachada" (patrón de nubes del norte) tapaba las cumbres fronterizas.


Padre e hijo en la cumbre del Mulleres (3.010 m), un 13 de agosto de 1993. Roque hace la diapositiva.

Durante más de diez años mantuvimos viva la llama que nos llevaba cada verano a un tresmil del Pirineo. Subimos a los grandes cabezones del Pirineo (Perdiguero, Monte Perdido, Aneto, Vignemale, Balaitous) y nuestra modesta lista de los 212 tresmiles de Juan Buyse, iba engordando.

Quizás en el Astazou en el 2007 fue la última vez que nos juntamos.

Hasta que el pasado verano de 2015, 22 años después de nuestro primer tresmil, a mi padre le da por querer subir a su primer cuatromil ¡Bravo!

Pese a mis insistencias, no logro quitarle de la cabeza el ascenso del Breithorn, seguramente el más sencillo a nivel físico y técnico de todos los cuatromiles de los Alpes, pero también uno de los más feos, todo hay que decirlo.

Volvemos a juntar a la "cordada", reavivamos la llama, el alma lo agradece.

Mr Soul le pone la banda sonora a la piada.



27 de Julio 2015

El viaje en coche desde Valencia hasta Zermatt es bastante largo. Anoche "picamos" vivac un poco después de Grenoble, en una cuneta de una pista de tierra junto al río Isère.

A media mañana hemos parado en "La Meca" (Chamonix), y a media tarde llegamos al camping de Randa. Desde aquí, ya vemos perfectamente el objetivo del viaje: a la izquierda el Breithorn y a la derecha el Klein Matterhorn, una montaña taladrada por numerosos túneles y a la que llega un teleférico de precio infartante.



La idea era gastar el primer día en Zermatt para aclimatar realizando una pequeña excursión, pero viendo las previsiones de meteo, mañana tiene que ser el día de cumbre, no hay segundas oportunidades.

28 de Julio 2015

Estamos en Suiza, con todos sus peajes y restricciones al uso de vehículos, así que la logística es un punto importante de la ascensión. Desde el camping, una furgoneta nos hace el "transfer" hasta Zermatt, donde cogeremos la línea verde de autobuses que nos lleva a la estación del teleférico. Primero un telehuevo pequeño y luego un telecabina grandote, nos dejarán a 3.800 metros de altitud. A tiro de piedra del Breithorn, después de usar cuatro medios de transporte diferentes. Mmmm....poco "alpinismo" veo yo aquí...

El Txindoki de Zermatt vigila la jugada.



Desde la estación intermedia, los cables apuntan directamente al Klein Matterhorn, nuestro destino.



Después de tanto "transfer" es difícil llegar los primeros a la montaña. Numerosas cordadas llegando a la cumbre del Breithorn. El único punto delicado de la ascensión puede ser el paso de la rimaya. Ya veremos...



Un interminable túnel atraviesa todo el Klein Matterhorn de Norte a Sur. Si lo nuestro no es la montaña, tenemos todo tipo de locales comerciales dentro de la montaña, desde salas de cine, a restaurantes y supermercados.

Al salir del túnel, nos encontraremos con los teleféricos de la estación de esquí. Tenemos que descender unos metros para llegar a un amplio "plateau" donde poder sacar una fotografía sin construcciones humanas.



Ya que hemos traído cuerda, encordaremos a la "cordada".



La rimaya está en perfectas condiciones y se pasa simplemente alargando un poco la zancada.

Huella marcadísima a doble carril.



Un padre posando con el Cervino de fondo.



Roque viene sufriendo algo más, y es el que marca el ritmo del grupo. Ya estamos en la fina arista antes de la cumbre y el viento sopla bien fuerte.



A nuestra izquierda una caída de más de 1.000 metros, la masificación y una estrecha cumbre, hacen que yo no salga en la foto. Pero ahí están mi padre y Roque, en su primer cuatromil. Enhorabuena!



Descartamos continuar la travesía por la arista hacia el Breithorn Oriental y volvemos por el mismo lugar por el que veníamos. Nubes lenticulares sobre el macizo del Monte Rosa.



La ascensión no presenta apenas dificultades (pocas o ninguna grieta, poco desnivel, rimaya cerrada), pero eso no quita que estemos a más de 4.000 metros en un entorno glaciar y que nos sorprenda ver a gente subir en zapatillas de deporte, sin crampones ni piolet, en manga corta y sin guantes.



Panorámica desde el "plateau", con el Klein Matterhorn a la izquierda y el Breithorn en el centro.





Las instalaciones de esquí alpino. Por unos cuanto euros se puede esquiar aquí en pleno verano.



O tirarse con un donuts gigante, mientras te comes un Donuts con vistas al Cervino.



Otra panorámica tomada desde el mirador de la cumbre del Klein Matterhorn, donde se aprecia toda la ascensión al Breithorn. Primero por la pista de esquí, luego se atraviesa el gran "plateau", para remontar la pala final. No tiene pérdida, aunque es mal lugar para recorrerlo sin visibilidad y sin GPS.




Apuramos hasta el último teleférico de bajada, disfrutando de las vistas del Cervino.



Algún día habrá que subirse a su cumbre...

Peña Escuach: vía "Merche" (170 m, 6a)

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Vamos a ir actualizando el blog, que tenemos muuuchas cosas pendientes por piar.

Para las "vacaciones" de verano (del 2015!) no nos complicamos mucho la vida y estuvimos deambulando por el pirineo aragonés, sin grandes proyectos en mente y decidiendo sobre la marcha.

3 Agosto 2015

Primera parada en el Valle de Tena, donde por muchas veces que vayas, siempre hay cositas que hacer.

La vía "Merche" surca un visible espolón de la Peña Escuach, buscando enlazar los muros de roca de mejor calidad y más longitud.

Es una vía totalmente equipada, con un grado obligado que no pasará del V/V+, ideal para disfrutar de las vistas y no pasar agobios.



La tarde anterior escalamos algunas vías de deportiva en la Peña Bubón (se estaba muy bien a la sombra) y vimos algún "bicho" curioso.



Pero volvamos a la vía de hoy. Desde la carretera que lleva al Balneario de Panticosa, tomaremos una pista forestal a mano izquierda que nos lleva prácticamente a la gran tubería metálica que sirve de referencia. Recomendable aparcar un poco antes de llegar a la tubería.



Ascenderemos junto a la tubería, ganando desnivel rápidamente, hasta encontrar un hito que marca el desvío a mano izquierda (pasando bajo la tubería).



El sendero se adentra en un frondoso bosque, trazando una diagonal más o menos ascendente hasta llegar a un pequeño resalte equipado con una cuerda fija.

Tras la trepada, alcanzaremos una aérea vira equipada con cable. Aquí ya podemos ponernos el arnés, el pie de vía está muy cerca, a mano derecha poco después de terminar el cable.



L1 (30m, 6a): el largo empieza un poco guarrete (terroso) hasta llegar a un muro de roca compacta. Los parabolts marcan el camino, una diagonal a derechas para ir calentando (no llega a ser una travesía pura como marcan los croquis) y una panza vertical y con presas romas que le da el grado al largo (6a no obligado).



Yolanda terminando el L1, después de haber pasado el "crunch" de la vía.



L2 (15m, Iº): el típico largo de IIº grado según croquis, pero que no es más que atravesar casi caminando una selva que cubre está faja intermedia de la pared.

Reunión al pie del siguiente muro de escalada.



L3 (65/70m?, V+): un par de variantes para empezar el largo. Si salimos recto desde la R2, tenemos un corto paso de V+, si salimos por la derecha, IV.



A los pocos metros, el largo va tumbando y perdiendo dificultad. Apuro casi toda la longitud de la cuerda (vamos con cuerda simple de 70m) y llego a la R3bis con el arnés en los tobillos. Pero llego.

Yolanda estrena gatos de los de "apretar". Pero son tan de "apretar" que son insoportables y terminará la vía escalando en zapatillas.

L4+L5 (70m, V+): el L4 es posiblemente el mejor de la vía. A mitad de largo hay un corto diedro con un paso algo explosivo. Entre el tema de los gatos y que ya empieza a hacer calor en la pared (recordad que estamos en agosto y a la vía le da el sol casi todo el día), decido empalmar largos y llegar del tirón (70 metros!) hasta el final de la vía.

El L5 es un corto muro de roca excelente, con pasos finos de placa. Y yo con el arnés en los tobillos y haciendo "modo eco" con las cintas exprés (chapando una y recogiendo la anterior, porque no llevábamos tantas como para empalmar largos).



Curiosa roca caliza con incrustaciones de roca caliza. Similar a la que catamos en la Peña Bubón la tarde anterior.



Desde el final de vía, las vistas sobre el valle de Tena son espectaculares. A nuestros pies la urbanización Argualas y el Pueyo de Jaca. El río Gállego se abre camino entre la sierra de Tendeñera y la sierra de la Partacua (Telera).



El descenso es algo perdedor y confuso. Iremos a nuestra derecha (en el sentido de ascenso), en dirección E-SE, cruzando algunas placas lisas de roca caliza.



Un pequeño espolón descendente nos adentrará en el bosque, cruzaremos un arroyo y encontraremos el marcado sendero que nos lleva a la parte alta del tubo y a la pista forestal donde tenemos el coche.

Una vez en el sendero, no es necesario volver a bajar junto al tubo, es más cómodo seguir el sendero perdiendo altura de manera más progresiva. Tras varias lazadas llegaremos a la pista forestal, muy cerca de donde teníamos aparcado el coche.



En definitiva, una vía buena, bonita y barata, ideal para rellenar una mañana o iniciar a alguien en la escalada de varios largos. Escalada de plaisir en el valle de Tena. Recomendable también para días de sol de primavera y otoño o incluso invierno si no hay nieve en el descenso de la vía. En pleno verano, el calor puede ser incómodo.

Los croquis buenos, en el blog de Félix,

https://empujatrenes.wordpress.com/2012/01/06/pena-escuach-panticosa-via-merche/

o en este otro blog:

http://laaventuraesmireino.blogspot.com.es/2015/05/via-merche-170-mts-6a-a0-v-pena-escuach.html

Después de comer, sin respetar los horarios de siesta y digestión (tan sagrados durante unas vacaciones que se precien), nos fuimos al barranco Gorgol, un clásico de la zona. Sin ser yo muy acuático, el barranco me gustó. Corto pero intenso. Al ir por la tarde no pillamos atascos. Y como no tenemos cámaras "mojables", pues no hay fotos.

Rematamos el día, comprando unos gatos de "aflojar" (3 tallas más grandes que los de "apretar"!!) para las escaladas venideras.
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