A las 5 de la mañana, todos como un clavo en el comedor. No hay signos de cansancio, resaca o merma de motivación, tras la dura jornada de ayer.
Nadie duda que hoy subiremos a la Maladeta.
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4 Abril 2015
En la parrilla de salida, vamos ultimando los preparativos, apretando cordones y colocando polainas.
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Los primeros 700 metros de desnivel coinciden con los realizados ayer, pero eso no parece afectar a estos superhéroes sureños.
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Ya en el desvío con el Portillón, nosotros continuamos recto, remontando el glaciar de la Maladeta con un precioso mar de nubes francés.
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Somos los primeros de la mañana en llegar al corredor de la Rimaya, así que tenemos vía libre para colocar una cuerda de 60 metros que protege prácticamente todo el corredor.
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Superado el paso más inclinado, una suave arista nevada nos lleva directamente a la cumbre.
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Por ahí va llegando el grupo.
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Los últimos metros antes de la cima, cogen algo de ambiente.
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Invasión andaluza en la Maladeta (3.308 m).
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Vistas directas al Aneto.
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El descenso, mejor en rápel, con una estaca redireccionando la cuerda en la marcada diagonal que hace el corredor.
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Últimos metros del descenso del corredor.
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Despidiéndonos de la Maladeta y su ambiente tan alpino.
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Otra vez en la Renclusa, toca recoger nuestras cosas y regresar al coche y cada mochuelo a su nido.
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Este grupo se lleva un par de buenas cimas pirenaicas para su colección.
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Ni que decir tiene, que al llegar a Benasque, los logros se celebraron con una buena cena, copas y bailoteo, como si no se hubiera madrugado los dos últimos días.
Nadie duda que hoy subiremos a la Maladeta.
4 Abril 2015
En la parrilla de salida, vamos ultimando los preparativos, apretando cordones y colocando polainas.
Los primeros 700 metros de desnivel coinciden con los realizados ayer, pero eso no parece afectar a estos superhéroes sureños.
Ya en el desvío con el Portillón, nosotros continuamos recto, remontando el glaciar de la Maladeta con un precioso mar de nubes francés.
Somos los primeros de la mañana en llegar al corredor de la Rimaya, así que tenemos vía libre para colocar una cuerda de 60 metros que protege prácticamente todo el corredor.
Superado el paso más inclinado, una suave arista nevada nos lleva directamente a la cumbre.
Por ahí va llegando el grupo.
Los últimos metros antes de la cima, cogen algo de ambiente.
Invasión andaluza en la Maladeta (3.308 m).
Vistas directas al Aneto.
El descenso, mejor en rápel, con una estaca redireccionando la cuerda en la marcada diagonal que hace el corredor.
Últimos metros del descenso del corredor.
Despidiéndonos de la Maladeta y su ambiente tan alpino.
Otra vez en la Renclusa, toca recoger nuestras cosas y regresar al coche y cada mochuelo a su nido.
Este grupo se lleva un par de buenas cimas pirenaicas para su colección.
Ni que decir tiene, que al llegar a Benasque, los logros se celebraron con una buena cena, copas y bailoteo, como si no se hubiera madrugado los dos últimos días.